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lunes, 5 de septiembre de 2011

Informan que empresas chinas ofrecieron armamento a Gadafi

Empresas chinas controladas por el Estado ofrecieron al depuesto líder libio Muamar el Gadafi grandes cantidades de armas y municiones en las semanas previas a la toma de Trípoli por los rebeldes, publica hoy The New York Times en su edición digital.

El diario asegura que esa información fue obtenida de unos documentos del régimen libio encontrados por un periodista canadiense y que, según los rebeldes, son auténticos.

Los documentos muestran que compañías chinas de armas controladas por el Estado se ofrecieron a vender a Gadafi lanzacohetes, misiles antitanque, misiles para derribar aviones y otras armas y municiones.

Esas compañías aparentemente sugieren que el envío de las armas se haga a través de terceros países como Argelia o Sudáfrica.

Además, los documentos incluyen un texto de oficiales de seguridad del régimen libio que detalla un "viaje de negocios" a Pekín el pasado 16 de julio.

Escritos en árabe y hallados por el periodista canadiense Graeme Smith en la basura en el barrio Bab Akkarah de Trípoli, donde vivían muchos oficiales del régimen, los documentos fueron colgados hoy en la web de The Globe and Mail, un diario de Toronto, según The New York Times.

"Tenemos fuertes evidencias de los tratos entre China y Gadafi, y tenemos todos los documentos para probarlo", dijo a The New York Times Abdulrahman Busin, un portavoz de los rebeldes.

Por otro lado, el portavoz militar de los rebeldes libios, Ahmed Omar Bani, confirmó la muerte de Hamis, uno de los hijos de Gadafi, en combates en Tarhuna, a 90 kilómetros al suroeste de Trípoli.

Con la confirmación de la muerte de Hamis y tras la huida a Argelia de otros tres hijos del coronel, continúan en paradero desconocido, además del propio Gadafi, Seif al Islam, la cara mediática del régimen y el más probable sucesor de su padre; Saadi, exfutbolista, y Mutasim, jefe del Consejo de Seguridad Nacional.

Saadi, otro de los hijos de Gadafi, explicó en una conversación telefónica con la cadena de televisión CNN que no ve a su padre desde hace dos meses.

CNN también entrevistó hoy a Oksana Balinskaya, una enfermera ucraniana de 25 años de un grupo de cinco que cuidó al coronel durante dos años.

"Nos dio trabajo, dinero y buena vida", contó Balinskaya, al recordar que llamaban "papi" a Gadafi.
EFE