EFE-Un bebé de ocho meses se convirtió en el segundo menor fallecido en la marcha de más de un millar de indígenas bolivianos contra una carretera que promueve el presidente Evo Morales y atravesará un parque natural, informaron fuentes de las etnias y el Gobierno.
El dirigente de la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente, Ernesto Sánchez, dijo a Efe que el menor murió por una infección intestinal que no pudieron tratar los médicos del pueblo amazónico de San Borja, donde permanecen los indígenas desde el jueves, tras haber comenzado su marcha hace tres semanas.
"Todas las banderas de la marcha están con crespón negro. Estamos de duelo porque es el segundo muerto en la marcha a consecuencia de esa terquedad, ese egoísmo, esa hipocresía que tiene el Estado, de no querer arreglar nuestros problemas", dijo Sánchez.
Dependiendo de cuándo sea el entierro del bebé, los indígenas reanudarán su marcha hacia La Paz, luego de que fracasara un diálogo de tres días con el Gobierno de Morales.
Otro menor, de 13 años, murió hace 15 días al no recuperarse de una caída desde un vehículo en movimiento que apoyaba a los indígenas con el traslado de víveres.
Los indígenas partieron el 15 de agosto de la ciudad de Trinidad (noreste) y llegaron el jueves a San Borja tras recorrer unos 230 de los más de 500 kilómetros que hay hasta La Paz.
Las etnias de la zona temen que la carretera ocasione daños ambientales al Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), de unos 12.000 kilómetros cuadrados, y promueva la invasión de la zona por los productores de hoja de coca de la zona del Chapare, donde tiene Morales sus bases sindicales y políticas.
El mandatario anunció hoy que en las próximas semanas se hará la consulta prevista en los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y en las normas nacionales para que los habitantes del Tipnis definan si quieren o no la carretera.
También anunció que invitará a organismos internacionales como veedores de esa consulta, al defender ese proyecto vial de más de 300 kilómetros que será financiado por Brasil.
No obstante, el mandatario ha reiterado que la obra, que comenzó a construirse en sus extremos, no tiene otra alternativa técnica que pasar por el parque Tipnis.
Los indígenas creen que ya es tarde para aplicar el mecanismo legal de la consulta y sospechan que el Gobierno quiere incluir en ese proceso a campesinos y cocaleros afines.
"Es como si nos tirasen una puñalada y después nos pregunten si queríamos que nos apuñalen. El daño ya está hecho, ya están los estudios, la consulta debió haberse hecho al inicio", dijo Sánchez.
El ministro boliviano de Obras Públicas, Wálter Delgadillo, acusó hoy a los líderes de la protesta de aprovechar la marcha para proyectos políticos propios, al margen de las bases.
"Estamos muy preocupados por lo que sucede con la gente de base. Hay un adolescente que murió, (también) ha muerto un niño, sabemos que hay otros dos niños que están con dificultades, (y de) dos madres con problemas de embarazo, una tuvo un aborto", detalló Delgadillo.
También acusó a la Defensoría del Pueblo, Naciones Unidas y a los organismos privados de derechos humanos de apoyar la marcha.
El Defensor del Pueblo de Bolivia, Rolando Villena, dijo a los medios que coordina con Unicef dar a los marchistas agua potable, porque el bebé falleció por deshidratación, y ginecólogos para tratar a las mujeres embarazadas que están en la protesta.
Al reanudarse la marcha mañana o el miércoles, los indígenas afrontarán un bloqueo cerca de la localidad de Yucumo, organizada por campesinos leales al Gobierno, lo que hace temer un enfrentamiento.
El dirigente de la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente, Ernesto Sánchez, dijo a Efe que el menor murió por una infección intestinal que no pudieron tratar los médicos del pueblo amazónico de San Borja, donde permanecen los indígenas desde el jueves, tras haber comenzado su marcha hace tres semanas.
"Todas las banderas de la marcha están con crespón negro. Estamos de duelo porque es el segundo muerto en la marcha a consecuencia de esa terquedad, ese egoísmo, esa hipocresía que tiene el Estado, de no querer arreglar nuestros problemas", dijo Sánchez.
Dependiendo de cuándo sea el entierro del bebé, los indígenas reanudarán su marcha hacia La Paz, luego de que fracasara un diálogo de tres días con el Gobierno de Morales.
Otro menor, de 13 años, murió hace 15 días al no recuperarse de una caída desde un vehículo en movimiento que apoyaba a los indígenas con el traslado de víveres.
Los indígenas partieron el 15 de agosto de la ciudad de Trinidad (noreste) y llegaron el jueves a San Borja tras recorrer unos 230 de los más de 500 kilómetros que hay hasta La Paz.
Las etnias de la zona temen que la carretera ocasione daños ambientales al Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), de unos 12.000 kilómetros cuadrados, y promueva la invasión de la zona por los productores de hoja de coca de la zona del Chapare, donde tiene Morales sus bases sindicales y políticas.
El mandatario anunció hoy que en las próximas semanas se hará la consulta prevista en los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y en las normas nacionales para que los habitantes del Tipnis definan si quieren o no la carretera.
También anunció que invitará a organismos internacionales como veedores de esa consulta, al defender ese proyecto vial de más de 300 kilómetros que será financiado por Brasil.
No obstante, el mandatario ha reiterado que la obra, que comenzó a construirse en sus extremos, no tiene otra alternativa técnica que pasar por el parque Tipnis.
Los indígenas creen que ya es tarde para aplicar el mecanismo legal de la consulta y sospechan que el Gobierno quiere incluir en ese proceso a campesinos y cocaleros afines.
"Es como si nos tirasen una puñalada y después nos pregunten si queríamos que nos apuñalen. El daño ya está hecho, ya están los estudios, la consulta debió haberse hecho al inicio", dijo Sánchez.
El ministro boliviano de Obras Públicas, Wálter Delgadillo, acusó hoy a los líderes de la protesta de aprovechar la marcha para proyectos políticos propios, al margen de las bases.
"Estamos muy preocupados por lo que sucede con la gente de base. Hay un adolescente que murió, (también) ha muerto un niño, sabemos que hay otros dos niños que están con dificultades, (y de) dos madres con problemas de embarazo, una tuvo un aborto", detalló Delgadillo.
También acusó a la Defensoría del Pueblo, Naciones Unidas y a los organismos privados de derechos humanos de apoyar la marcha.
El Defensor del Pueblo de Bolivia, Rolando Villena, dijo a los medios que coordina con Unicef dar a los marchistas agua potable, porque el bebé falleció por deshidratación, y ginecólogos para tratar a las mujeres embarazadas que están en la protesta.
Al reanudarse la marcha mañana o el miércoles, los indígenas afrontarán un bloqueo cerca de la localidad de Yucumo, organizada por campesinos leales al Gobierno, lo que hace temer un enfrentamiento.