Este miércoles, diputados a la Asamblea Nacional (AN) comenzaron la consulta pública nacional del Proyecto de Ley Contra las Estafas por Compra Programada de Vehículos, mecanismo que ha perjudicado a cerca de 16.000 personas en el país.
Ascencio Monasterios, de la Comisión Permanente de Administración y Servicios de la AN, destacó, desde la Plaza Bolívar de Guarenas, estado Miranda, que la participación de los sectores organizados permitirá fortalecer el instrumento legal que hasta ahora consta de 44 artículos.
"Esperamos que la comunidad organizada, que ha sido afectada por este mecanismo, pueda hacer aportes a esta ley", dijo.
"Nosotros no estamos en contra de la compra programada de vehículos, sino en contra de los mecanismos perversos que afectan a los venezolanos", expresó.
La ley, dijo, "nos va a permitir una negociación justa. Lo importante es que aquellas personas que opten por este mecanismo puedan lograr la obtención de su vehículo".
En países como Colombia, Brasil y México este mecanismo de compra funciona perfectamente, "por eso aspiramos a que funciones correctamente en Venezuela".
El parlamentario señaló que en Venezuela las empresas dedicadas a la compra programada de vehículos "no son representantes de ensambladoras, son empresas tipo gestorías que se constituyeron sin contar con capital ni conexión con las ensambladoras que permitiesen garantizar la obtención del vehículo".
Entre las irregularidades más frecuentes cometidas por dichas empresas se encuentran las referidas al incremento o modificación, de manera inconsulta, de las condiciones acordadas en el contrato original.
En este sentido, Jose Peña, uno de los 80 afectados de la empresa de compras programadas Pro-Car, explicó que en su caso la empresa lo estafó, pues desde 2008 no le han reintegrado 35.000 bolívares que pagó para la compra de un vehículo que nunca llegó.
"Lo que queremos es que se haga justicia, que nos devuelvan el dinero, porque se han burlado de nosotros todo este tiempo", dijo.
Peña espera que la ley evite que otras personas se conviertan en víctimas de personas y compañías inescrupulosas.
(AVN)