El economísta José Guerra en su columna de este miércoles, publicada en el diario Tal Cual, consideró que Pdvsa abandonó sus tareas para convertise en el “brazo financiero del partido Psuv”. Además de esto, explicó que el endeudamiento con China afecta “severamente” las finanzas de la industria petrolera.
Lea a continuación la columna textual del columnista denominada “Pdvsa hipotecada”:
He venido insistiendo con sentida preocupación desde hace cinco años sobre el nivel de endeudamiento de Pdvsa. También he dicho que Pdvsa ya no es una empresa petrolera, sino una entidad amorfa que se ocupa de una multiplicidad de actividades que la desdibuja de sus funciones esenciales que no son otras que explorar, explotar, producir y comercializar petróleo. Igualmente debe Pdvsa potenciar la investigación en materia de hidrocarburos y no lo hace. Todas estas tareas han sido abandonadas por Pdvsa para convertirse en el brazo financiero de un partido político, el Psuv y además actúa la compañía como una especie de caja chica de gobiernos y movimientos internacionales. El presidente de Pdvsa cumple un triple rol que le impide atender a la empresa: Rafael Ramírez es presidente de Pdvsa, ministro de Energía y presidente del Psuv para la región Los Andes. Y supongo que cada vez que actúa como político se financia con sus propios recursos y no utiliza los fondos de la empresa.
Esa variedad de tareas que hoy cumple Pdvsa y la ampliación sin precedentes del ámbito del Estado en la economía venezolana, la está llevando a una situación de precariedad financiera. A ello se añade el famoso Fondo Chino que se está convirtiendo en una rémora para la empresa. Ciertamente, según el punto de cuenta que el ministro de Energía y Petróleo y presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez le presenta al presidente Chávez, las deudas originadas en ese acuerdo con China están afectando severamente las finanzas de la empresa. Por los distintos desembolsos millonarios que han hecho los chinos al gobierno de Venezuela, Pdvsa tiene comprometidos en despachos la cantidad de 430.000 barriles diarios, equivalentes al 18% de la producción, con lo cual de paso se develó el misterio existente hasta ahora en lo relativo al nivel real de producción de Venezuela. Con ese 18% de la producción total destinada a cancelar la deuda con China, la producción nacional de petróleo en 2011 es de 2.388.000 barriles diarios y no los 2.300.000 que dice el Gobierno.
En 2006, la deuda de la empresa era de US$ 2.914 millones, cifra esta relativamente baja en comparación con el tamaño de la empresa. En ese año el precio de petróleo venezolano promedió US$ 56,4 por barril. Sin embargo, en 2011, con un precio petrolero estratosférico de US$ 100,0 por barril, la deuda de Pdvsa saltó a US$ 56.032 millones, cuyo desglose es el siguiente.
En bonos emitidos la deuda sería US$ 25.950 millones para el cierre de 2011. Pdvsa expropió un conjunto de empresas de la Faja del Orinoco y la valoración de esas expropiaciones es la siguiente: Exxon Mobil: US$ 5.000 millones y Conoco Phillips US$ 6.500 millones por el costo de los mejoradores de crudos. Similarmente, con cargo a las cuentas por pagar de PDVSA corren las expropiaciones de las empresas de cemento CEMEX y Holcim, el Hiltón de Margarita, Friosa, Agroisleña, entre otras cuyo valor se estima en US$ 8.000 millones, a lo cual hay que contabilizar el costo que se carga al pasivo de PDVSA por aquellas compañías que en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo fueron tomadas a la fuerza por PDVSA y de lo cual no se ha pagado un céntimo a sus dueños. Se estima que su valor alcanza a US$ 3.000 millones.
Para cerrar el cuadro contable debe tomarse en consideración una partida realmente insólita: la deuda por US$ 13.582 millones que mantiene Pdvsa con el banco central. El BCV está fungiendo como una inmensa caja chica tanto del Gobierno Central como de Pdvsa.
Como si la situación de Pdvsa no fuese lo suficientemente frágil, anunció el presidente Chávez que la empresa se va a seguir endeudando, esta vez para pagar pasivos laborales. De emitirse esos bonos, los trabajadores que los reciban pueden acusar una pérdida porque el mercado los va a desvalorizar en vista de lo comprometido del flujo de caja de Pdvsa. Pero lo más grave y retador es que el nuevo gobierno va a recibir una Venezuela y una Pdvsa hipotecadas.
“Pdvsa hipotecada″
Por José Guerra
Vía diario Tal Cual