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viernes, 22 de junio de 2012

Cómo ejercitar y mantener la mente activa


Cómo ejercitar y mantener la mente activaMuchas personas se quejan de tener mala memoria. Sin embargo, ¿Cuántas de ellas no acostumbran a ejercitarla?.
La neuropsicóloga argentina María Roca, del Centro de Estudios de la Memoria y la Conducta del Instituto de Neurología Cognitiva, indicó que si bien nuestro cerebro se enfrenta a constantes situaciones de cambios y desafíos, muchas veces no hacemos lo necesario para mantenerlo en buena forma, lo que repercute gravemente en la memoria.
En una entrevista al diario el Clarín, la especialista propuso algunas técnicas sencillas para mantener una mente activa.
Mire una película y explique luego la trama al detalle a alguien que no la haya visto.
- Haga las cuentas mentalmente en el mercado y luego compárelas con las que le realicen en caja.
- Cuando atienda el teléfono, intente reconocer al que llama antes de que se identifique. A la noche, escriba el nombre de las personas que lo llamaron.
- Al ingresar a un cuarto o sala con mucha gente, trate de estimar rápidamente cuántas personas hay a su derecha y cuántas a su izquierda.
- Durante la cena, en un restaurante o en casa de amigos, intente identificar los ingredientes de su plato. Concéntrese en los sabores sutiles. Luego verifíquelos con el mozo o con sus amigos.
- A partir de los 50 años, controle periódicamente sus habilidades mentales: memoria, atención, planificación, con una evaluación profesional.
- Lleve un estilo de vida sana, sin abusar del alcohol o tabaco.
- Realice actividad física periódicamente.
- Evite situaciones de estrés emocional y mantenga una vida relajada: que le permita disfrutar de los momentos de ocio.
- Mantenga, si es posible, una amplia gama de intereses y hobbies.
- Empéñese en llevar una vida socialmente activa.
- Intercambie comentarios y opiniones con personas de menor edad que usted.
- Realice periódicamente ejercicios para mantener su mente activa (crucigramas, problemas de ingenio).
Por último, préstele atención a las señales que pueden indicar que algo estaría mal. "Las señales de alarma a las que hay que estar atentos y que difieren del envejecimiento normal, incluyen olvidos (en la totalidad de hechos o conversaciones) o bien parte importante de ellos", advierte Roca.
Además reveló que el estrés, la depresión y la ansiedad tienen algunas consecuencias negativas en varias de nuestras funciones intelectuales.

EFE