En recorrido realizado por la Calle Marco Vilera de la comunidad Manuel Manrique, se pudo apreciar una vivienda en estado crítico; habitada por cuatro familias.
En conversación con Esperanza Rivera, expresó las penurias que los agobian en vista de que el techo de la casa está roto, las paredes agrietadas y duermen en colchones, además de que no tienen un baño digno donde hacer sus necesidades y la mayoría de los habitantes son niños de 1 a 11 años.
Por otra parte, notificó que se ha dirigido a varios organismos pero aún no ha recibido respuesta alguna, mientras tanto continúa el calvario de vivir en condiciones precarias.
“Ni el consejo comunal, ni el gobernador me ayudan, cuando llueve es un mar de agua dentro de mi casa y representa peligro para todos los que allí habitamos en especial a los pequeños” concluyó la declarante.