Tres miembros de una familia ítalo-holandesa, entre ellos un bebé, fallecieron hoy en la localidad de Conversano, en el sureste de Italia, al derrumbarse dos edificios de dos pisos por una explosión causada, según una primera reconstrucción de los hechos, por un escape de gas.
El alcalde de esa ciudad de la provincia de Bari, Giuseppe Lovascio, informó de la localización entre los escombros de los cuerpos de una mujer holandesa, un hombre italiano y el bebé de 18 meses que ambos tenían, a quienes se había dado por desaparecidos tras el derrumbe.
Los cadáveres fueron extraídos de entre los escombros en pijama, lo que hace pensar que se acababan de levantar en el momento de la explosión y que la deflagración les sorprendió en la cocina, según una primera reconstrucción de los bomberos.
El derrumbe, que provocó además diez heridos leves que fueron trasladados a un hospital cercano, se produjo en torno a las 08.45 hora local (06.45 GMT) de este jueves al parecer por un escape de gas ocurrido en uno de los edificios, que hizo que se desplomara también el adyacente, el cual estaba deshabitado.
En el inmueble en el que se produjo la deflagración vivía una familia de nacionalidad albanesa y se alojaban también las víctimas mortales del derrumbe, una pareja de residentes en Holanda que había llegado junto a su bebé a Conversano hace dos días para pasar unas vacaciones.
Entre los heridos hay otro niño muy pequeño que vivía en el edificio en el que se produjo la explosión y varios viandantes, vecinos de la zona, que en el momento de los hechos pasaban por el lugar.
Los habitantes de los edificios adyacentes fueron evacuados inmediatamente, ante la posibilidad de nuevos derrumbes, y se cortó el gas en toda la zona para evitar otros escapes.
EFE