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viernes, 1 de junio de 2012

Rato critica el plan de recapitalización de Bankia


Rodrigo Rato aprovechó el Consejo de Administración de Caja Madrid, que todavía preside, para dar su primera respuesta tras su dimisión de la presidencia de Bankia y limpiar su imagen. Rato sale al paso del plan de recapitalización de Bankia, al que critica en un documento distribuido a todos los consejeros en la reunión celebrada el miércoles. En ese documento, Rato defiende su actuación y critica que el plan “lo que hace es provisionar o dotar posibles pérdidas futuras derivadas de unas inversiones inmobiliarias excesivas realizadas en el pasado”. Es decir, despeja cualquier responsabilidad durante el tiempo que ha estado como responsable de la entidad. Según el documento, “se trata de provisiones contables y no de pérdidas reales ya producidas con salida de caja alguna”.
Según el equipo de Rato, la cifra del plan de recapitalización no es de 19.000 millones, sino de 22.000, que se desglosan en tres conceptos: 3.000 millones destinados a provisionar créditos fiscales, unos 4.000 a provisionar cartera de participadas y unos 15.000 a provisionar lasa carteras de créditos e inmuebles. Este apartado se divide, según el documento, en dos partes. Por un lado, unos 7.000 que tienen su origen en las provisiones adicionales exigidas en los real decretos de la ley del sector financiero del 2012 (incremento de provisiones de los créditos inmobiliarios y activos inmobiliarios adjudicados) y los restantes 8.000 millones en provisiones inmobiliarias, hipotecadas a particulares y cobertura de posibles pérdidas por impagos de préstamos dados a empresas.
Pero las críticas van más allá. Sobre el cierre contable del ejercicio de 2011, el documento destaca también que “frente a la previsión inicial de un beneficio de 300 millones, el resultado que se va a someter a la aprobación de la junta general es de unos 3.000 millones de pérdidas”. Este cambio, según el equipo de Rato, es solo consecuencia de unas provisiones adicionales que se efectúan a cargo del ejercicio de 2011. Subraya que, en efecto, se efectúan provisiones adicionales por valor de 4.700 millones de euros. Es decir, “si se pasan de 300 millones de beneficios a 3.000 de pérdida, solo es por las provisiones adicionales examinadas, exigidas por el deterioro del mercado inmobiliario y crediticio producido después del cierre del 31 de diciembre de 2011”. En definitiva, según Rato y “al igual que sucede en el plan de recapitalización”, el cambio en 2011 no es por unas pérdidas reales ya producidas con salida de caja, sino que es una pérdida contable por posibles pérdidas futuras

EL PAIS

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