El director del Instituto Transfronterizo, David Shirk, organizador del foro, explicó que los patrones de inmigración en los últimos 20 años se han transformado tras la "Operación Guardián" de 1994 y los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Ante la dificultad de cruzar, los padres cruzan primero y después mandan solos a los niños, que suelen viajar solos.
"Tenemos que mejorar los procedimientos para proteger los intereses y derechos de los menores", señaló Shirk.
El especialista dijo que es más probable que las menores que buscan cruzar sufran hostigamiento sexual y que los jóvenes de entre 14 y 18 años se enfrentan al reclutamiento por parte del crimen organizado o pueden caer en el abuso de drogas y otros problemas de salud.
El profesor Wayne A. Cornelius, director asociado de Migración y Salud del Instituto de Salud Global de la Universidad de California, dijo que, paradójicamente, la "gran recesión" provoca que los inmigrantes indocumentados, por miedo a perder sus trabajos, eviten viajar a sus lugares de origen, produciendo una mayor migración de niños solos para unirse a sus familias.
"La administración (del presidente de EE.UU., Barack Obama) ha deportado a más de 400.000 personas al año", dijo Cornelius, a los que se suman los cerca de 500.000 detenidos cada año, a quienes se les da la opción de la repatriación voluntaria y que no se incluyen en las estadísticas de deportación, indicó.
Cornelius señaló que esta situación supone que "más y más niños sean atrapados y tirados al sistema" y consideró "impresionante" el número de menores capturados, que asciende a cerca de 8.000 durante los primeros meses del año.
La conferencia tomó su nombre del reporte "Niños en la frontera: la revisión, protección y repatriación de menores mexicanos sin compañía", elaborado por la organización Appleseed Mexico, que fue publicado en abril pasado y presenta el estudio más extenso del problema a la fecha.
De acuerdo con el estudio de Appleseed, el 80 % de los niños detenidos son de origen mexicano y el restante de Centroamérica, cuyo número se ha incrementado y que reciben una atención diferente por parte de la Patrulla Fronteriza, con un mayor seguimiento y búsqueda de contacto con sus familias, en lugar de la repatriación como prioridad.
EFE