EFE)- La presidenta argentina, Cristina Fernández, heredó 31,6 millones de pesos (6,8 millones de dólares) de su marido y antecesor, el fallecido Néstor Kirchner, según consta en su declaración jurada divulgada hoy por la prensa.
El patrimonio de la mandataria alcanzó en 2011 un total de 39,6 millones de pesos (8,6 millones de dólares), de acuerdo con la declaración presentada ante la Oficina Anticorrupción, tal como exigen las leyes argentinas a las máximas autoridades.
De todas formas, el patrimonio descendió de los 70,5 millones de pesos (15,3 millones de dólares) consignados en 2010, cuando su fortuna se unía a la de Kirchner, fallecido en octubre de ese año por un paro cardíaco.
La declaración exhibe un depósito bancario de 3 millones de dólares que la jefa de Estado convirtió a pesos, tal como anunció semanas atrás, en sintonía con las restricciones que impone el Gobierno a la compra de dólares para “desdolarizar” la economía local.El descenso se debe a que un 50 por ciento de los bienes del exmandatario Kirchner (2003-2007) fueron heredados por los dos hijos de ambos, Máximo y Florencia, según refleja la documentación de su patrimonio difundida por los diarios Clarín y La Nación.
Fernández cuenta con un ingreso anual de 331.809 pesos (unos 72.132 dólares)como presidenta y obtiene ganancias además por rentas de propiedades heredadas de su marido y por dos hoteles que posee en la localidad sureña de Calafate, donde suele pasar los fines de semana y a la que ha definido como su “lugar en el mundo”.
La mandataria también tiene terrenos de hasta 47.000 metros cuadrados en Calafate, situada en la provincia de Santa Cruz, que fue gobernada por Kirchner durante 12 años, antes de saltar a la presidencia, según la declaración.
Por su parte, el vicepresidente argentino, Amado Boudou, involucrado en una causa judicial por supuesto enriquecimiento ilícito, declaró que sus bienes ascendieron el año pasado a un millón de pesos (unos 217.391 dólares), de acuerdo con la declaración presentada ante la Oficina Anticorrupción.
