Judíos protestan por la regulación de la circuncisión en Nueva York
El plan de la ciudad de Nueva York en Estados Unidos para limitar una forma de circuncisión judía ultraortodoxa es blanco de una demanda presentada en la Corte Distrital federal en Manhattan.
La regulación, aprobada en septiembre por el Departamento de Salud de la ciudad, requiere que todos los rabinos, llamados mohels en el contexto del ritual, obtengan el consentimiento de los padres en una forma escrita que establece que el procedimiento conlleva riesgos de salud.
La demanda, presentada por varios grupos judíos y tres rabinos el 4 de octubre, afirma que “el gobierno no puede obligar a la transmisión de mensajes que el orador no quiere expresar, especialmente cuando el orador opera en un área protegida por la Primera Enmienda, como un ritual religioso”.
En el ritual, conocido como metzitzah b’peh, después de quitar el prepucio del pene, el mohel coloca su boca brevemente en la herida, absorbiendo una pequeña cantidad de sangre y tirándola. Se aplica un ungüento antibacteriano y la herida es vendada. El Departamento de Salud dice que el procedimiento es peligroso porque el contacto con la boca puede transmitir enfermedades como herpes. A principios de este año, funcionarios de Salud reportaron que 11 bebés que fueron sometidos al procedimiento habían contraído infecciones de herpes entre 2000 y 2011, y dos habían muerto.
El Departamento de Salud reportó que un estimado de 20,493 bebés en la ciudad de Nueva York fueron expuestos a succión oral directa en ese periodo.
“La obligación más grande de la ciudad es proteger a sus niños; por lo tanto, es importante que los padres conozcan los riesgos asociados con la práctica”, dijo el médico Thomas A. Farley, comisionado de Salud de la ciudad, en un comunicado de prensa. “El requerimiento de un consentimiento escrito del Departamento de Salud es legal, apropiado y necesario”.
“El gobierno sobrepasa sus límites”, dijo el rabino Levi Y. Heber de la Asociación Internacional Bris, una de las organizaciones que presenta la demanda. “La libertad de religión y expresión están en juego aquí. El hecho de que el Departamento de Salud esté preocupado por los expertos han salido con declaraciones sobre estos riesgos, son suposiciones. Sólo intentan regular un ritual”.
Heber dijo que sienten que es mejor decir la verdad y desafiar la regulación en la corte. Dijo que el estudio está basado sólo en suposiciones, independientemente de las estadísticas.
“Más del 90% de esos casos no tienen nada que ver con la tradición judía”, dijo Heber.
Sin embargo, algunos grupos anticircuncisión dicen que el argumento de la demanda para la libertad religiosa es sólo una excusa para defender la vieja tradición que algunos desaprueban por ser extraña en comparación con las circuncisiones generales de hospitales.
“¿Por qué los grupos presentan demandas con tanto miedo sobre la forma de consentimiento?”, dijo Georganne Chapin, director ejecutivo de Intact America. “Con cualquier cambio social, a medida que cualquier costumbre comienza a cambiar o morir se ve más extraño”.
Chapin se opone a la forma de consentimiento del Departamento de Salud, diciendo que no puede validar un procedimiento que viola los derechos del niño.
“Ninguna cantidad de información que pongas en esa forma la hace válida”, dijo. “… decir que si un padre firma una forma de consentimiento, sólo cortar el pene y chupar la sangre, es una posición extremadamente corrupta tomada por la ciudad. Una ética terrible. Creo que es fascinante que… la ciudad haya dado un paso hacia la acción criminal”.
Otro rabino involucrado en la demanda sostiene que deben ser tomadas precauciones más sensibles.
“Por supuesto, la ciudad tiene el derecho de hacer cumplir cualquier regla que promulgue”, dijo el rabino Avi Shafran, quien es director de asuntos públicos para Agudath Israel of America. “Pero sentimos que esta regla es injusta, fuera de lugar, y una violación de los derechos religiosos de los ciudadanos”.
CNN
La regulación, aprobada en septiembre por el Departamento de Salud de la ciudad, requiere que todos los rabinos, llamados mohels en el contexto del ritual, obtengan el consentimiento de los padres en una forma escrita que establece que el procedimiento conlleva riesgos de salud.
La demanda, presentada por varios grupos judíos y tres rabinos el 4 de octubre, afirma que “el gobierno no puede obligar a la transmisión de mensajes que el orador no quiere expresar, especialmente cuando el orador opera en un área protegida por la Primera Enmienda, como un ritual religioso”.
En el ritual, conocido como metzitzah b’peh, después de quitar el prepucio del pene, el mohel coloca su boca brevemente en la herida, absorbiendo una pequeña cantidad de sangre y tirándola. Se aplica un ungüento antibacteriano y la herida es vendada. El Departamento de Salud dice que el procedimiento es peligroso porque el contacto con la boca puede transmitir enfermedades como herpes. A principios de este año, funcionarios de Salud reportaron que 11 bebés que fueron sometidos al procedimiento habían contraído infecciones de herpes entre 2000 y 2011, y dos habían muerto.
El Departamento de Salud reportó que un estimado de 20,493 bebés en la ciudad de Nueva York fueron expuestos a succión oral directa en ese periodo.
“La obligación más grande de la ciudad es proteger a sus niños; por lo tanto, es importante que los padres conozcan los riesgos asociados con la práctica”, dijo el médico Thomas A. Farley, comisionado de Salud de la ciudad, en un comunicado de prensa. “El requerimiento de un consentimiento escrito del Departamento de Salud es legal, apropiado y necesario”.
“El gobierno sobrepasa sus límites”, dijo el rabino Levi Y. Heber de la Asociación Internacional Bris, una de las organizaciones que presenta la demanda. “La libertad de religión y expresión están en juego aquí. El hecho de que el Departamento de Salud esté preocupado por los expertos han salido con declaraciones sobre estos riesgos, son suposiciones. Sólo intentan regular un ritual”.
Heber dijo que sienten que es mejor decir la verdad y desafiar la regulación en la corte. Dijo que el estudio está basado sólo en suposiciones, independientemente de las estadísticas.
“Más del 90% de esos casos no tienen nada que ver con la tradición judía”, dijo Heber.
Sin embargo, algunos grupos anticircuncisión dicen que el argumento de la demanda para la libertad religiosa es sólo una excusa para defender la vieja tradición que algunos desaprueban por ser extraña en comparación con las circuncisiones generales de hospitales.
“¿Por qué los grupos presentan demandas con tanto miedo sobre la forma de consentimiento?”, dijo Georganne Chapin, director ejecutivo de Intact America. “Con cualquier cambio social, a medida que cualquier costumbre comienza a cambiar o morir se ve más extraño”.
Chapin se opone a la forma de consentimiento del Departamento de Salud, diciendo que no puede validar un procedimiento que viola los derechos del niño.
“Ninguna cantidad de información que pongas en esa forma la hace válida”, dijo. “… decir que si un padre firma una forma de consentimiento, sólo cortar el pene y chupar la sangre, es una posición extremadamente corrupta tomada por la ciudad. Una ética terrible. Creo que es fascinante que… la ciudad haya dado un paso hacia la acción criminal”.
Otro rabino involucrado en la demanda sostiene que deben ser tomadas precauciones más sensibles.
“Por supuesto, la ciudad tiene el derecho de hacer cumplir cualquier regla que promulgue”, dijo el rabino Avi Shafran, quien es director de asuntos públicos para Agudath Israel of America. “Pero sentimos que esta regla es injusta, fuera de lugar, y una violación de los derechos religiosos de los ciudadanos”.
CNN