El estadio Maracaná de Río de Janeiro, que aún precisa de retoques antes de ser sede del Mundial del 2014, se inauguró con una lluvia de goles en un partido entre "amigos" de Ronaldo y Bebeto, que acabó 8-5 para el equipo del primero.
Ronaldo marcó dos goles, uno después de un brillante regate marca de la casa, Bebeto convirtió un penal al final del partido y quedó con un balance peor que su propio hijo, Mattheus, que hizo dos tantos.
El primer gol del renovado estadio fue un remate de cabeza de Washington, del equipo de Bebeto y exjugador de equipos como el Fluminense, Sao Paulo y Atlético Paranaense.
Apodado "Corazón Valiente" por convertirse en el máximo goleador de la Liga brasileña en 2004 después de haberse sometido a una operación cardíaca, Washington se tocó el pecho con el puño y después se arrodilló para besar el césped.
Los 27.500 espectadores, entre obreros que participaron en la construcción del Maracaná y sus parientes, aplaudieron calurosamente a Ronaldo, Bebeto y principalmente, los futbolistas en activo y retirados del Flamengo, el equipo más popular de Brasil.
El saque de honor corrió a cargo del primer obrero de la reforma, Antonio Pereira da Silva, un privilegio que en el resto de estadios del Mundial había correspondido a Dilma Rousseff.
La inauguración oficial del Maracaná, con el aforo completo de 78.000 localidades, se cumplirá el 2 de junio con el amistoso Brasil-Inglaterra.
EFE
La inauguración oficial del Maracaná, con el aforo completo de 78.000 localidades, se cumplirá el 2 de junio con el amistoso Brasil-Inglaterra.
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