Una verdadera euforia se vivió en el Jockey Club, la noche del último sábado. Miles de fanáticas se reunieron desde temprano, para asistir a la presentación con la que Super Junior cerraba su recorrido por Latinoamérica.
En efecto, con semanas de anticipación y sin importarles la ola de calor que aún se siente por las tardes ni el frío intenso de noche de principios de otoño, las seguidoras de la boy band habían tomado los exteriores del auditorio, para asegurarse que nadie les iba a ganar los lugares más cerca al escenario.
La velada prometía un mar de jovencitas con las hormonas revueltas, al menos tres horas de concierto, gritos ensordecedores y lágrimas de alegría. En resumen: una histeria solo comparable con la visita de la agrupación Menudo al Perú en 1981.
Desde las 4 de la tarde, fanáticas de todas las edades, en su mayoría menores de edad que preferían cubrir sus rostros a ser retratadas por las cámaras de televisión presentes, ingresaron al Jockey Club muy entusiasmadas, luciendo camisetas azules, vinchas con orejas de conejo, pancartas y globos. Las colas eran larguísimas.
Tampoco faltaron los padres de familia, que intentaban resguardar a las engreídas de casa, ni los jovencitos que acudieron dispuestos a demostrar que el k-pop no es un género exclusivo para chicas.
En medio de este mar de gente, ondeaban las banderas de Brasil, México, Ecuador, Uruguay, Venezuela, Colombia, Panamá y Bolivia, entre otras. Muchos de estos fans vinieron a Lima con el pretexto de no perderse el concierto, sin importarles que solo ocho de los miembros de Super Junior fueran a cantar horas más tarde, pues el resto se encuentra cumpliendo el servicio militar obligatorio en Corea del Sur.
“Es lamentable venir desde tan lejos y no ver al grupo completo. Pero sabemos que Leeteuk y Yesung están en esencia”, comentaba una mexicana, que había llegado a Lima, junto con otros 5 compatriotas suyos, tras ganar un concurso en su país de origen.
La impaciencia ya se hacía notar a las 8:30 de la noche, pues el grupo aún no aparecía. Pero, cuando se prendieron las luces del escenario, poco importó el cansancio de permanecer de pie desde la tarde.
Entonces inició una impresionante proyección audiovisual de corte cinematográfico, inspirada claramente en las sagas de “James Bond” y “Misión imposible”, donde los integrantes de Super Junior se enfrentaban a las situaciones más extremas con tal de reunirse para este esperado concierto.
Minutos después el grupo surcoreano apareció en escena. Kangin, Shindong, Sungmin, Eunhyuk, Donghae, Siwon, Ryeowook y Kyuhyun despertaron rápidamente una ola de gritos ensordecedores, mientras que uno de sus muchos clubs de fans en el Perú les dio la bienvenida soltando un centenar de globos azules al cielo.
Las tribunas de la explanada del Jockey Club estaban llenas. La segunda zona y la primera, no. Pero la emoción se sentía igual que la de un estadio al tope.
Vestidos de negro, con detalles militares dorados en sus chaquetas, los chicos dieron inicio al setlist de la noche con “Mr. simple” y “Bonamana”, antes de presentar a Zhou Mi y Henry, de la subdivisión Super Junior-M. Reunidos finalmente todos, cantaron “Super girl”, “It’s you” y un mix de “Twins” y “A man in love”.
“Me gusta el ceviche. ¿Quién quiere comer en mi cuarto?”, bromeó Ryeowook, mientras que Eunhyuk confesó: “Siempre quisimos venir al Perú. Las queríamos conocer”.
La noche siguió con ocho cambios de vestuarios, luces multicolores, fuegos artificiales, burbujas, mucha música a todo volumen y cortos donde Super Junior mezclaba acción, comedia y romance.
Se escucharon también temas como "Sexy, free & single", "SPY", “So I”, “Break down”, “Sunny”, “Sorry sorry”, un cover de "How Am I supposed to live without you" de Michael Bolton y una divertida adaptación del éxito de Michel Teló, “Ai se eu te pego”.
Pero fue sin duda con “Rockstar” que llegó uno de los mejores momentos. La canción elevó la temperatura entre las jovencitas, que no paraban de gritar al ver que Eunhyuk dejó su torso descubierto. El éxito fue tal que los chicos repitieron el tema, a pedido de las fans, hasta que quedaron agotados y literalmente en el suelo.
Otra parte memorable fue cuando los chicos de SuJu aparecieron disfrazados de sus súper héroes favoritos (Woody de “Toy story”, Capitán América, Spiderman, Wolverine, Loki, Thor, Iron Man, Goku, Hulk y el maestro Li Mu Bai de “El tigre y el dragón”) para interpretar “Dreaming hero”.
Llegada la parte final del concierto, la banda se despidió con el clásico encore y la promesa de volver pronto. “Nos preocupa no saber cuándo pasará, pero estamos seguros que volveremos y será con todos los miembros del grupo”, aseguraron.
Luego de tres horas de concierto, de entregar toda su energía en escena y de hacer saltar, gritar y cantar a sus miles de fanáticas presentes, Super Junior demostró que la fiebre por el pop surcoreano tiene para rato en Lima.