El esperado reencuentro con el gol del Atlético de Madrid fue imparable para el Wolfsburgo, al que desmontó con un demoledor 1-5 al ritmo de Koke Resurrección y Raúl García, con el primer tanto rojiblanco del croata Mario Mandzukic.
De las botas de Koke, con dos pases de gol y autor del 1-4; del remate de Raúl García, que marcó el 0-1 y el 0-2; de la seriedad defensiva; de las paradas de Miguel Ángel Moyá y del buen rendimiento de todo el colectivo surgió un duelo muy convincente del Atlético, seguramente satisfecho con una prueba reconfortante.
Primero, en el 13, con un cabezazo potente con el que culminó un saque de esquina lanzado por Gabi (0-1); después, al colocar la pelota fuera del alcance del guardameta rival con el interior del pie izquierdo, a servicio de Koke, en el minuto 54 del choque (0-2). El portero evitó algún gol más de Raúl García. Se entendió y combinó bien con Mario Mandzukic, que estrenó su cuenta goleadora.
El contragolpe también es una cualidad indiscutible del Atlético. El delantero croata no es tan explosivo como Diego Costa, pero también maneja bien ese registro. Hoy guió unos cuantos contraataques con soltura, con precisión y con visión de juego, como el fenomenal pase que puso a Raúl García en los instantes finales del primer tiempo o el desmarque que provocó el penalti del 0-3.
No había tenido suerte en el remate Mandzukic hasta ese momento (a los 25 segundos lanzó una volea parada por Benaglio, mandó arriba otra acción y falló en una media chilena dentro del área a servicio de Juanfran, hoy más adelantado en la banda derecha), pero la pena máxima la transformó con fuerza. Sin una sola duda. 0-3, minuto 62.
El pase lo había dado Koke, como también se lo había dado a Raúl García en el 0-2. Instantes después, en la siguiente jugada al afortunado 1-3 de Naldo para el Wolfsburgo, un lanzamiento de falta que se alojó en la portería por un toque involuntario de Antoine Griezmann, el canterano del Atlético pasó de asistente a goleador.
El 1-4 fue una demostración más de la clase de Koke, que recogió un centro desde la otra banda de Juanfran, la controló y preparó un disparo con parábola inalcanzable para Benaglio por su colocación en un encuentro en el que debutó con el Atlético Antoine Griezmann con la asistencia del 1-5 anotado por Héctor Hernández.
Ese tanto cerró el rotundo reencuentro con el gol del Atlético, al que nadie le gana este verano, con dos triunfos, tres empates, sólo un gol en contra -el recibido hoy ante el Wolfsburgo- y seis a favor en cinco choques amistosos, y que sigue su veloz progresión en esta pretemporada rumbo al doble duelo de la Supercopa de España.