Un planeta llamado Kepler-91b, que se ubica a 3.500 años luz de la Tierra, fuera de nuestro Sistema Solar, se encuentra a punto de ser devorado por su estrella, una gigante roja llamada KIC 8219268.
El planeta, moribundo desde un punto de vista astronómico, ha sido descubierto desde el observatorio astronómico hispano-alemán de Calar Alto, utilizando datos del telescopio espacial de la NASA Kepler.
Según Jorge Lillo-Box, autor principal del estudio sobre el descubrimiento, que será publicado en la revista Astronomy & Astrophysics, el planeta es un gigante gaseoso, con un tamaño quince veces mayor al de la Tierra.
Las estimaciones de los astrofísicos indican que al planeta Kepler-91b le quedan "apenas" 55 millones de años porque ya habría consumido el 99 % de su vida.
El científico se refirió al futuro de la Tierra. Señaló que también llegará un día en el que la Tierra sea devorada por el Sol, cuando esa estrella evolucione, envejezca y se convierta otro tipo de astro.
Sin embargo, para que la Tierra sea tragada por el Sol faltarían unos 4.500 millones de años
AGENCIA
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