Los negociadores de las FARC hicieron este martes un llamamiento a poner fin al paramilitarismo y a desclasificar y conservar todos los archivos sobre sus máximos responsables, como paso necesario para avanzar en la paz que negocian con el Gobierno colombiano en La Habana.
El número dos de la guerrilla y su jefe negociador, "Iván Márquez", aseveró que "sin el fin del paramilitarismo y sin el esclarecimiento de su origen y sus responsables" el término del conflicto armado "sería incierto", y reiteró que las FARC no tienen vínculos con esos grupos.
El tema de las estructuras paramilitares centró así el discurso insurgente en la arrancada este martes del ciclo 29 de los diálogos con el Gobierno colombiano, cuyo equipo de paz, liderado por Humberto de la Calle, no realizó declaraciones a los medios a su llegada a la sede de las conversaciones en La Habana
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"Márquez", alias de Luciano Marín Arango, sí leyó un comunicado en el que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) piden comenzar el "esclarecimiento de la verdad" y solucionar el "problema nodal" del "surgimiento, permanencia y accionar" de los paramilitares.
Como parte de ese proceso, indican que "es necesario abrir todos los archivos; que se desclasifiquen y se levanten las prohibiciones legales encubridoras de máximos responsables, que se impida la destrucción de archivos que ha venido ocurriendo".
"Que los fiscales expliquen al país por qué las graves denuncias de los jefes paramilitares han sido arrojadas a los basurales de la indiferencia y del olvido calculado, que entreguen una explicación coherente al país sobre por qué han dejado perder horas y horas de grabaciones en las que éstos develan a los verdaderos autores detrás del autor", añaden.
Las FARC abordan el asunto del paramilitarismo a sólo días de que en el Senado colombiano tuviera lugar un debate sobre los presuntos vínculos del expresidente y senador Álvaro Uribe con paramilitares y narcotraficantes, y de que autoridades militares acusaran a la guerrilla de realizar un ataque junto a un grupo paramilitar.
En concreto, la Policía colombiana acusó la semana pasada a las FARC de operar en alianza con la banda criminal "Clan Úsuga" (antiguos Urabeños) en una emboscada en el municipio de Tierradentro (Córdoba) que cobró la vida de siete policías y causó otros cinco heridos.
El pasado domingo la guerrilla se atribuyó la acción pero negó cualquier alianza con el "Clan Usuga".
Hoy "Márquez" tildó de mentiroso al general de la Policía, Rodolfo Palomino, por esparcir esa noticia, y dijo que el Ministerio de Defensa y la Policía colombiana "victimizan" la verdad.
"Déjennos avanzar en paz en la construcción del acuerdo de paz. Dejen la perfidia de cercar con sospechas a la parte contendiente en diálogo generando desconfianza", exigió el jefe guerrillero, al considerar que esas "mentiras y versiones fraudulentas" dañan el proceso.
En las últimas semanas la responsabilidad de los paramilitares en el conflicto colombiano ha estado presente en los diálogos de paz, con la llegada a La Habana de dos delegaciones de víctimas que incluyeron afectados por esos grupos, así como por la guerrilla, el Estado y otros actores armados.
El tema del reconocimiento y reparación de las víctimas ocupa la agenda del proceso desde agosto pasado, y constituye el cuarto de los cinco puntos a debatir por las partes.
Durante el ciclo iniciado hoy también se espera que viaje a Cuba una delegación de 12 víctimas que sostendrán una reunión con los negociadores fijada para el 2 de octubre.
El grupo de víctimas que participó en los diálogos el pasado 10 de septiembre exigió a las partes un "cese el fuego bilateral urgente", una petición a la que el Gobierno colombiano se negó casi de inmediato, si bien las FARC muestran voluntad para un armisticio.
La guerrilla consideró hoy que negar ese reclamo de las víctimas "pretextando que dichas treguas son aprovechadas por las FARC para fortalecerse política y militarmente, es una forma de revictimizarlas, y una obstinación que en medio de un proceso de paz que avanza, solo puede causar perplejidad".
Las delegaciones del Gobierno y de las FARC dialogan desde hace 22 meses en La Habana para poner fin a más de 50 años del conflicto colombiano.
EFE