Con la apertura del primer barril de cerveza a cargo del alcalde de Múnich, Dieter Reiter, se inauguró el pasado sábado la 181 edición del Oktoberfest, la fiesta de la cerveza más internacional del mundo y que en esta edición espera la asistencia de más de seis millones de personas.
La fiesta comenzó el sábado al mediodía, pero horas antes y a pesar de la lluvia ya se formaban largas colas ante las carpas que hasta el 5 de octubre acogerán a visitantes locales y a turistas procedentes de todo el mundo.
Los organizadores estiman que se consumirán cerca de siete millones de litros de cerveza, aunque la "Maß", tradicional jarra de litro, costará este año ya entre 9,7 y 10,10 euros.
El origen de esta popular fiesta, considerada la más multitudinaria del mundo, se remonta a 1810, cuando en la ciudad se celebraron durante cinco días las bodas del príncipe Luis de Baviera con la princesa Teresa de Sajonia-Hilburghausen.
Solo el cólera en el siglo XIX, las dos guerras mundiales y la hiperinflación que sacudió a Alemania en 1923 y 1924 obligaron a cancelar el evento, que se ha celebrado ininterrumpidamente desde 1946.
La fiesta comenzó el sábado al mediodía, pero horas antes y a pesar de la lluvia ya se formaban largas colas ante las carpas que hasta el 5 de octubre acogerán a visitantes locales y a turistas procedentes de todo el mundo.
Los organizadores estiman que se consumirán cerca de siete millones de litros de cerveza, aunque la "Maß", tradicional jarra de litro, costará este año ya entre 9,7 y 10,10 euros.
El origen de esta popular fiesta, considerada la más multitudinaria del mundo, se remonta a 1810, cuando en la ciudad se celebraron durante cinco días las bodas del príncipe Luis de Baviera con la princesa Teresa de Sajonia-Hilburghausen.
Solo el cólera en el siglo XIX, las dos guerras mundiales y la hiperinflación que sacudió a Alemania en 1923 y 1924 obligaron a cancelar el evento, que se ha celebrado ininterrumpidamente desde 1946.
EFE