Un estudio que publica la revista «Cancer » vuelve a echar más madera al acalorado debate sobre la utilidad y los beneficios de los cigarrillos electrónicos como alternativa para dejar el tabaco. El estudio, realizado esta vez en un grupo de pacientes con cáncer y fumadores, ha visto que los que utilizan los cigarrillos electrónicos, pero también tabaco, eran más dependientes a la nicotina y tenían la misma probabilidad, o menor, de dejar de fumar que los que no usaban los cigarrillos electrónicos.
Los autores de la investigación, del Sloan Kettering Cancer Center Memorial en Nueva York (EE.UU.), creen que sus resultados plantean dudas acerca de si los cigarrillos electrónicos tienen algún beneficio como vía para dejar de fumar para los pacientes con cáncer. Sin embargo, informa Reuters, dicha conclusión ha sido cuestionada por otros investigadores del campo de la adicción al tabaco, que han dicho que la selección de los pacientes para este estudio había estado muy sesgada, y de ahí las conclusiones del ensayo.
Sin evidencias científicas
El consumo de cigarrillos electrónicos se ha disparado en los últimos dos años, pero sigue habiendo un fuerte debate sobre sus posibles riesgos y beneficios. Debido a que son dispositivos totalmente nuevos, apenas hay evidencia científica a largo plazo sobre su seguridad. Algunos expertos temen que podrían conducir a la adicción a la nicotina y ser una puerta de entrada al consumo de tabaco –y de otras sustancias tóxicas-, mientras que otros están convencidos de que tienen un enorme potencial para ayudar a millones de fumadores a dejar de fumar.
Lo cierto es que hay estudios para todos los gustos. A este debate también se ha sumado la Organización Mundial de la Salud (OMS), que hace apenas un mes solicitó una regulación más estricta de los cigarrillos electrónicos, así como su prohibición en espacios cerrados, y su publicidad y venta a menores de edad. Pero este mismo informe también fue criticado por expertos que dijeron que contenía errores, malas interpretaciones y tergiversaciones.
Más dependientes
En el caso de este nuevo trabajo que publica «Cancer», los investigadores dirigidos por Jamie Ostroff estudiaron a 1.074 pacientes con cáncer que fumaban y que se había inscrito entre 2012 y 2013 en un programa de deshabituación del tabaco en un centro oncológico.
Y sus resultados son claros: los usuarios de e-cigarrillos eran más dependientes de la nicotina, habían intentando en abandonar el programa más a menudo más y tenían más de ser diagnosticados con cáncer de pulmón o cáncer de cabeza y cuello que los no usuarios.
Pero para Robert West, del University College de Londres (Gran Bretaña), el estudio no ha podido evaluar si el uso de cigarrillos electrónicos en este caso es o no beneficioso «debido al sesgo de la muestra». Lo mismo cree Peter Hajek, de la Universidad de Londres. «Los autores siguieron a los fumadores que vapeaban e-cigarrillos, pero que no dejaron de fumar, pero excluyeron a aquellos fumadores que también probaron con los e-cigarrillos per sí dejaron de fumar», afirmó a Reuters.
Asesoramiento
Sin embargo Jamie Ostroff , autor del trabajo, afirma que «sus resultados están en consonancia con las recientes observaciones sobre un mayor uso del e-cigarrillo en la población general: así, hemos visto que su uso entre los pacientes con cáncer que son adictos al tabaco ha aumentado en los últimos dos años». Y aunque reconoce que el estudio tiene varias limitaciones y se requieren estudios adicionales, considera que los oncólogos deben aconsejar a todos los fumadores a dejar de fumar cigarrillos tradicionales, fomentar el uso de medicamentos para dejar el hábito y proporcionar educación acerca de los riesgos potenciales y la falta de beneficios relacionados con el uso del e-cigarrillo a largo plazo.
ABC