(Nota de Prensa).- Para el diputado Ángel Rodríguez, presidente del Grupo Parlamentario Venezolano del Parlamento Latinoamericano en el país no están dadas las condiciones para que se produzca un estallido social similar al del 27 de Febrero del año 1989 conocido como el Caracazo.
Aseguró que el gobierno bolivariano del presidente Nicolás Maduro cuenta con el respaldo popular y la lealtad de la Fuerza Armada.
El parlamentario sostiene que en estos momentos la madurez del pueblo venezolano y su posición en defensa del proceso revolucionario, así como la rectitud y lealtad de todos los componentes de la Fuerza Armada representan un factor determinante por lo cual la oposición no ha podido engranar un proceso de convulsión en la sociedad venezolana.
Cabe destacar que el estallido social llamado El Caracazo, representa la rebelión popular, contra un paquete de medidas económicas neoliberales impuesto por el gobierno de CAP. Los hechos de violencia se iniciaron en Caracas y Guarenas, y se extendieron a otras ciudades del país dejando como un saldo lamentable más de 300 personas muertas, cientos de heridos, numerosos desaparecidos y fuertes daños materiales por saqueos.
Rodríguez recordó que en 1989 la Fuerza Armada fue un instrumento que se utilizó para reprimir y masacrar al pueblo. Estos hechos originaron el rompimiento estructural, político e ideológico de esa juventud militar venezolana con el gobierno de la época.
“El Caracazo fue un hecho importante que tiene unas connotaciones históricas. Fue un elemento determinante en el desarrollo de nuestra Fuerza Armada”.
El Presidente del Parlatino Venezuela descarta la posibilidad de una nueva rebelión popular “el que haya salido a la luz pública la existencia de un plan criminal para bombardear el palacio de Miraflores, Ministerios, plantas televisoras, entre otras instituciones públicas donde laboran venezolanos y en algunos casos poseen guarderías infantiles, demuestra la falta de fuerza social de la que carece la oposición venezolana”.
A juicio de Rodríguez, es tanta la debilidad social que posee los factores opositores al Gobierno nacional que los Estados Unidos se ha visto en la necesidad de liderar todo el proceso de intervención en la nación venezolana.