El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, concluyó una visita de tres días a Damasco, durante la cual fue recibido por el presidente Bashar al-Assad y el ministro de Relaciones Exteriores Walid al-Mouallem.
Durante esas reuniones, De mistura escuchó las opiniones del Gobierno del país árabe sobre el conflicto, en el contexto de las consultas que se celebraron en Ginebra recientemente.
El portavoz de la ONU, Farhan Haq, dijo a la prensa que durante las conversaciones con los altos dignatarios, el representante especial subrayó la necesidad de que se protejan a los civiles.
"De Mistura subrayó una vez más que el uso de las bombas de barril es inaceptable y que bajo la ley internacional humanitaria, todos los gobiernos deben proteger a los civiles en todo momento. Asimismo, condenó enérgicamente el bombardeo intenso que las fuerzas gubernamentales realizaron en la noche del martes sobre Douma, que causó muchas víctimas civiles.", dijo Haq.
El representante especial también condenó los ataques a civiles por los grupos opositores armados, como el realizado el lunes en la ciudad de Aleppo.
Durante el transcurso de su visita, De Mistura se refirió a la grave situación humanitaria en el terreno e insistió en la necesidad de que se conceda un mayor acceso a las áreas sitiadas, particularmente con la proximidad del Ramadán.
