(Viena, 04 de julio. AFP).- Tras meses de intensas negociaciones, las grandes potencias comenzaron este sábado un fin de semana de conversaciones cruciales sobre el programa nuclear iraní, la última fase antes de un posible acuerdo histórico, que se espera que llegue el martes como muy tarde.
Un avance decisivo en los diálogos todavía se hacía esperar, en el octavo día de esta ronda final. Pero los semáforos parecen ir pasando tímidamente al verde.
El director general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (Aiea), Yukiya Amano, señaló el sábado que su organización podría concluir a fines de año sus investigaciones sobrela “posible dimensión militar” (PMD) del programa nuclear de Irán, uno de los puntos claves del dossier.
“Con la cooperación de Irán creo que podemos finalizar un informe a finales de año sobre la (…) clarificación de los asuntos” relacionados con la PMD, declaró Amano a los periodistas a su vuelta de Teherán, donde se reunió con el presidente iraní Hasan Rohani.
La PMD es uno de los aspectos más delicados de las negociaciones. La Aiea sospecha que Teherán podría haber dirigido investigaciones, al menos hasta el año 2003, para dotarse de la bomba atómica, y quiere tener acceso a los científicos implicados, así como a los documentos y a las instalaciones que podrían haber albergado estas investigaciones.
‘Progresos’ sobre la PMD
Irán siempre ha desmentido haber querido o querer dotarse de arsenal militar nuclear, afirmando que los documentos sobre los que se basa la Aiea son falsos.
“Se han realizado progresos”, aseguró Amano, cuya agencia podría jugar un papel crucial de supervisión de un eventual acuerdo entre Irán y las grandes potencias.
Estados Unidos e Irán expresaron mensajes conciliadores el viernes y el secretario de Estado, John Kerry, subrayando que todas las partes están realizando un “auténtico esfuerzo”.
Su homólogo iraní, Mohamad Javad Zarif, evocaba por su parte los “desafíos comunes”, especialmente la lucha contra el extremismo.
“Estamos más cerca que nunca de un acuerdo. Pero nada está garantizado”,declaró Zarif cuatro días antes de la teórica fecha límite para alcanzar un acuerdo.
En un mensaje vídeo subido a Youtube, Zarif abre las puertas a una futura cooperación, si logran alcanzar un compromiso.
“Estamos dispuestos a abrir nuevos horizontes para enfrentarnos a los desafíos importantes y comunes. Hoy en día, la amenaza común es el rápido desarrollo del extremismo violento y la barbarie sin límites”, declaró Zarif, en alusión al grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Estados Unidos dirige una coalición internacional contra el EI en Irak y en Siria, en la que no participa Irán, que por su parte apoya a Bagdad y a Damasco en su lucha contra el grupo yihadista.
‘Puntos difíciles’
Un poco antes, Kerry, que se entrevistó el viernes con su homólogo iraní, celebró el “auténtico esfuerzo” realizado por todas las partes para llegar a un acuerdo.
“Tenemos puntos difíciles, pero hay un auténtico esfuerzo de todos para ser serios (…) Ambas partes trabajan muy duro, con buena voluntad, para avanzar y estamos avanzando”, dijo Kerry.
Según una nueva ley, si el Congreso estadounidense recibe el texto de acuerdo antes del 9 de julio, tendrá 30 días para pronunciarse, pero más allá de esa fecha dispondrá de 60 días para examinarlo.
Las negociaciones deben permitir concluir con un acuerdo con el objetivo de asegurar que el programa iraní no tenga un dimensión militar, a cambio de que se levanten las sanciones internacionales que afectan a Irán.
“Estamos realmente al final de la partida”, declaró a los periodistas un alto funcionario del gobierno estadounidense. “Estamos realizando muchos progresos, no hay duda de ello”.
Sin embargo, el responsable matizó que todavía hay cuestiones importantes que no están resueltas. “Por eso la gente trabaja hasta muy tarde por la noche”, explicó.
Los equipos de expertos trabajan día y noche para resolver las cuestiones más espinosas y la mayoría de los ministros tiene previsto volver a Viena el domingo en la noche.