El presidente boliviano, Evo Morales, expresó su seguridad de que Bolivia ganará la "batalla" de su histórico reclamo de una salida al Pacífico a Chile, en el discurso pronunciado por el aniversario patrio ante la Asamblea Legislativa.
"Tengo mucha esperanza. Estoy seguro de que vamos a ganar esta batalla para que Bolivia vuelva al Pacífico con soberanía", dijo Morales al cerrar su discurso de dos horas pronunciado en la ciudad amazónica de Trinidad (noreste), donde se dirigió al Congreso Nacional a propósito de los 190 años de vida del país.
Morales centró una parte importante de su discurso, el décimo que pronuncia desde que llegó al poder en 2006, en la demanda a Chile para recuperar ese acceso al mar perdido en una guerra en 1879 y además hizo un balance económico de su gestión.
Desde mayo pasado, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya analiza una objeción planteada por Chile sobre la competencia de ese tribunal de Naciones Unidas para tratar la demanda propuesta por Bolivia en 2013 para lograr su acceso soberano al Pacífico.
Morales destacó su confianza, tras citar las palabras de algunos expresidentes de Venezuela, Costa Rica, Chile (Salvador Allende), Argentina, Panamá, Perú, EE.UU., Brasil, Cuba y Uruguay, que considera como muestras de apoyo a la causa boliviana o de impulso al diálogo para alcanzar una solución pacífica a la controversia.
También recordó que el exsecretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, dijo en 2010 que ya era hora de que Chile "haga una propuesta concreta a Bolivia" para solucionar la demanda marítima.
"Ahora hago un llamado al hermano José Insulza. Hablamos cuántas veces con él del tema del mar y siempre me dijo que está con Bolivia, (que) un día tiene que resolverse el tema del mar (...) Quiero recordarle públicamente sus compromisos que tiene conmigo para que Bolivia vuelva al mar con soberanía", dijo Morales.
Volvió a referirse a la visita del papa Francisco a Bolivia considerando que "levantó la moral" del país con sus palabras sobre la necesidad del diálogo para solucionar el litigio con Chile.
Esta semana, Morales planteó que el pontífice sea garante de una reanudación de las relaciones entre Bolivia y Chile para lograr una solución a la demanda marítima boliviana en un plazo de cinco años.
CANCILLER DESCARTA QUE LA CIJ OBLIGUE A CHILE A CEDER TERRITORIO A BOLIVIA
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Sin embargo, el asunto pasó a un segundo plano después de que Morales amenazara con expulsar al cónsul chileno en La Paz, Milenko Skoknic, por unas reuniones con políticos con la supuesta intención de desestabilizar a su Gobierno, lo cual fue rechazado por Chile.
"Siento que de verdad estamos en un buen momento", dijo Morales.
Sobre el tema, el canciller chileno, Heraldo Muñoz, afirmó este jueves en su país de que no hay "ninguna posibilidad" de que la Corte de La Haya obligue a Chile a ceder territorio a Bolivia.
"No hay ninguna posibilidad de que la Corte, ya sea ahora o más adelante, le diga a Chile que entregue territorio; eso no va a ocurrir, se lo puedo garantizar", dijo Muñoz.
En su discurso, el gobernante boliviano también destacó las cifras de desarrollo económico de Bolivia, comparándolas con lo que hicieron sus antecesores, pero también reconoció las pérdidas sufridas por bajas en precios internacionales de los minerales y el gas natural.
Volvió a destacar la reducción de la pobreza moderada y la extrema y el aumento de la clase media en 2,6 millones de personas (un cuarto de la población total), como producto de un crecimiento económico anual en promedio de 5,1 % en los últimos años.
Según Morales, este año Bolivia crecerá en un 5 %, pese a que sufrirá pérdidas por 2.500 millones de dólares por la disminución de los precios internacionales de las materias primas.
El país registró en 2014 un PIB nominal de 32.794 millones de dólares (frente a los 9.521 millones de 2005) y se ha planteado impulsar varios sectores económicos para llegar al menos a 50.000 millones de dólares en 2020, destacó el mandatario.
Uno de los pilares de ese crecimiento es la apuesta para volver a Bolivia en un exportador de electricidad y no solo de gas natural, en el marco de un plan para producir hasta el 2025 unos 9.000 megavatios de potencia (Bolivia produce hoy 1.500 megavatios).
EFE