En otrora, Tinaquillo era un pueblo sano sin violencia y sin delincuencia. En la actualidad la paz ya no existe, más bien esta siendo azotada y acorralada por el hampa común y de algunos funcionarios policiales que no tienen moral, irrespetando al pueblo y a la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela (CRBV).
“Recuerdo que la gente de Tinaquillo anhelaba las oficinas del CICPC por que era garante de seguridad, respeto y confianza. Hoy en día, el pueblo no quiere nada con esta institución - están arrepentidos - más bien piden adecentamiento y depuración de ese organismo y de otras instituciones policiales…”, manifestó Fernando Feo ex alcalde de Tinaquillo.
Frente al alto nivel que ha alcanzado la ola delictiva tanto en violencia como en cantidad de casos, el drama de la falta de seguridad, que en la mayoría de las encuestas suele constituir la principal preocupación de los tinaquilleros y de quienes habitan tanto en la zona rural y urbana, ya no puede analizarse sin prestar atención al paralelo aumento de la corrupción en la Policía, indicó Fernando Feo, ex alcalde de Tinaquillo.
La sociedad tinaquillera necesita con desesperación que el delito disminuya sensiblemente. Y también necesita confiar en su policía, para ello debe existir un órgano confiable que debería ser el alcalde, sin embargo a este pareciera que no le interesa, no por que lo diga Feo, si no que a las pruebas me remito, este fin de semana hubo 5 muertos y varios heridos (En el sector Los Limoncitos, La Floresta, Barrio Tamanaco y en Caño Claro), “La impunidad reina en Tinaquillo y lo más grave que cada día aumenta…”
Ante este tipo de hechos que involucran a tantos policías cuesta creer que en todos ellos hayan resultado siempre ajenos al comportamiento delictivo de sus efectivos y cabe plantearse si en algunos casos no se trata de actividades que, ante la falta de control de las instancias políticas, se han convertido en rutinarias y, quizás, en mecanismos de recaudación ilícita.
“La delincuencia se puede combatir y es ganable. El alcalde y los funcionarios con moral deben reunirse y analizar la situación en que vivimos para dar respuesta inmediata a la población que lo pide a gritos…”, sostuvo Feo.
La corrupción puede ser contenida dentro de aceptables límites a través de la voluntad política, normas legales, normas administrativas; inculcación de valores: responsabilidad, honestidad, integridad, moral y ética; aunque su completa eliminación está todavía más allá de la capacidad humana.