Algún día tenía que volver. Después de más de dos años sin pisar la Bombonera, Diego Maradona volvió a la que durante muchos años fue su casa para presenciar la despedida de Martín Palermo, ese que se convirtió en uno de los mimados del técnico en la última parte de las Eliminatorias y que se ganó un lugar en la lista para el Mundial de Sudáfrica.