Las autoridades de Christchurch, en Nueva Zelanda, ordenaron hoy evacuar varios edificios de la ciudad después de que un terremoto de 5,2 grados de magnitud en la escala abierta de Richter causara el derrumbamiento de una iglesia.
Cerca de una hora después, Christchurch fue sacudida de nuevo por un temblor de 6,0 grados en la escala abierta de Richter con epicentro localizado a 9 kilómetros de profundidad y a 14 kilómetros al norte de la ciudad, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
La Policía indicó al canal neozelandés de televisión que dos personas fueron rescatadas de debajo los escombros de la iglesia de Saint Johns, situada en el centro de la urbe, y que de momento ha recibido informaciones de ciudadanos sobre una treintena de edificios dañados, la mayor parte con paredes agrietadas.
Al menos seis personas han sido trasladas a diversos hospitales tras sufrir heridas, indicaron los medios locales.
De acuerdo a los primeros datos recabados por las autoridades municipales, cerca de 10.000 edificios se han quedado sin electricidad por una avería causada por el temblor.
Tras el seísmo, informó la televisión, los colegios paralizaron la jornada escolar y mantuvieron a los alumnos en el centro a la espera de que los padres fueran a recoger a sus hijos.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, que vigila la actividad sísmica mundial, el epicentro del primer seísmo se localizó a 11 kilómetros de profundidad y a 10 kilómetros al este de Christchurch, la ciudad más poblada del país.
A este seísmo, que el servicio sísmico neozelandés indicó fue de 5,5 grados en la escala abierta de Richter, le siguió un segundo de 4,4 grados de magnitud y una hora después otro de 6,0 grados.
Un total de 181 personas, entre ellas numerosas extranjeras, murieron a causa del seísmo de 6,3 grados que el pasado febrero sacudió Christchurch.
Nueva Zelanda se asienta en la falla entre las placas tectónicas del Pacífico y Oceanía y registra cerca de 14.000 terremotos cada año, de los que 100 y 150 tienen la suficiente fuerza cómo para ser percibidos. EFE