El 30% de los niños obesos están presentando insulinorresistencia, lo que significa que es probable que en poco tiempo desarrollen diabetes mellitus tipo 2. Al respecto, el endocrinólogo pediatra del Hospital Cayetano Heredia, Emilio Cabello Morales, aseguró que la edad de riesgo está entre los cinco y nueve años de edad.
“Los niños obesos de ese rango de edad tienen alto riesgo de ser diabéticos. Por eso los padres deben tener presente que los primeros síntomas de este mal son el incremento del apetito, abundante sed y constante micción. Incluso el niño orina por la noches en la cama, algo que antes no hacía”, advirtió el especialista.
Los menores diabéticos presentarán complicaciones en los próximos cinco y 10 años de su vida en la visión, corazón y riñones. Esta última es la reacción más peligrosa ya que la insuficiencia renal es la principal causa de muerte en estos pacientes.
“Actualmente las causas de mortalidad son enfermedades crónicas no transmisibles, que empiezan en la niñez y se manifiestan entre los 20 y 25 años. Enfermedades que se presentaban antes a partir de los 40 años como el infarto al miocardio y la diabetes”, explicó Cabello Morales.
El especialista agregó que nuestra población tiene una errónea percepción de que un niño “gordito” es un niño sano. “Es un mito que hay que desterrar. Hay que sensibilizar a la familia y a los profesionales de la salud de que el peso y la talla deben estar de acuerdo a la edad y sexo del niño”, detalló.
EFE