La versión en 3D del "Titanic", de James Cameron, que ha regresado a los cines de todo el mundo con ocasión del centenario del famoso hundimiento, se ha convertido en China en el estreno más taquillero de la historia, pese a que muchos espectadores se hayan quejado de la censura en algunas escenas.
Según cifras facilitadas hoy por la distribuidora de la película, 20th Century Fox, en el primer fin de semana en los cines chinos la cinta, que ya lleva nueve días en cartel, recaudó 58 millones de dólares (unos 44,5 millones de euros), superando los 55 millones de dólares (unos 42,2 millones de euros) de "Transformers II", que hasta ahora era el estreno más exitoso de todos los tiempos en el país asiático.
También supera las cifras de hace 14 años, cuando la versión en 2D -en esa ocasión sin cortes de la censura- logró en seis días 44 millones de dólares (33,7 millones de euros), si bien ha de tenerse en cuenta que la versión 3D ha servido de excusa a los cines chinos para cobrar entradas hasta el doble de caras que las ordinarias.
En 1998, cuando la película protagonizada por Leonardo di Caprio y Kate Winslet llegó por primera vez a los cines chinos, sólo se exhibió en 180 salas, mientras que en esta ocasión, con un sector cinematográfico mucho más desarrollado, se está mostrando en 3.500 pantallas de todo el país.
El éxito de la película en China indica que no han hecho demasiada mella en los espectadores el corte de unos pocos segundos que el filme ha recibido por parte de los censores nacionales, especialmente notables en la escena en la que Rose (Winslet) se desnuda ante Jack (Di Caprio) para que la retrate.
El corte de los censores es recibido con risas y hasta interjecciones de desagrado cuando llega el erótico momento en las pantallas de las salas de cine, pero como no afecta demasiado a la historia acaba convirtiéndose en algo anecdótico.
La "titanicmanía" en el país asiático con ocasión del centenario de la catástrofe se completa estos días con fiestas en ciudades como Pekín en las que se intenta recrear el ambiente del interior del barco, con la gente vestida de época.
En Hong Kong, además, un restaurante de lujo ofrece el "menú Titanic", en el que se brinda a los comensales, a unos 240 dólares (unos 184,1 euros) por persona, la oportunidad de recrear la última cena de primera clase en el transatlántico.
Ello incluye botellas del champán que transportaba el barco, un Heidsieck de 1907 que fue rescatado del lecho del Atlántico en 1998.
En el "Titanic" viajaban ocho pasajeros chinos, marineros de otro buque que se dirigían a Nueva York para buscar trabajo, y seis de ellos salvaron su vida, por lo que fue una de las nacionalidades con mayor porcentaje de supervivientes (el 75 por ciento).
EFE