(conlallave.com) Los colores tienen un afecto evidente en el desempeño de las laboras humanas, pueden inspirar estados de calma, hambre, euforia o ayudar a la concentración y relajación.
Siempre existirán opciones que complementarán o equilibrarán tu carácter y estado anímico. A continuación, te proporcionamos una lista de los patrones de personalidad más comunes y las tonalidades que mejor corresponden a cada una.
Personas extrovertidas:
Tienden a ser enérgicas, les gusta la compañía y la atención de quienes las rodean. Para éste tipo de personalidad se recomiendan pigmentos luminosos como: el naranja, el amarillo y el rojo, los azules son excelente alternativa cuando se combinan con otros colores fuertes. Para establecer un contraste armónico se pueden aplicar en conjunto con tonos crema o hueso que reflejan luminosidad.
Personas introvertidas:
Estas parecen ser muy racionales y analíticas, y aunque no se puede generalizar en cuanto a su carácter, es posible sugerir que son más cerebrales que el resto. Para este tipo de persona se aconseja el uso de tonos pasteles, como: el beige, lavanda, azul, verde y crema.
Personas soñadoras:
Son muy románticas, sensibles e idealistas, trabajan por lo que quieren hasta lograrlo. A éste tipo de personas, les van muy bien los colores fuertes y determinantes, como: el púrpura, el rojo, el vino, el fucsia y el naranja.
Personas sofisticadas:
A éste tipo de personas les gusta la moda, el lujo y el confort, saben qué quieren y a dónde van, para ellas se recomiendan los tonos de moda, en este caso el rojo brillante, el marrón, malva y blancos. El contraste debe ser estilizado.
Personas metódicas:
Sin duda alguna, para quienes poseen éste tipo de personalidad, no hay nada en su espacio que esté fuera de lugar, el orden y la perfecta distribución son primordiales. Por esta razón los colores que más se identifican con ellos, son aquellos que permiten la relajación y favorecen las actividades mentales, como es el caso de los tonos neutros combinados con elementos de madera.