Pedaleó aproximadamente 120 kilómetros durante seis horas cada día para lograr su hazaña. Los investigadores de la Universidad de Malasia le construyeron una prótesis a su medida para poder montar bicicleta que además tienen sensores de fibra óptica que envían al laboratorio datos en tiempo real de sus signos vitales como pulso, ritmo cardiaco y temperatura.
EFE