El Premio Aga Khan distinguió este viernes cinco proyectos arquitectónicos del mundo musulmán reconocidos por su función social, entre ellos un cementerio islámico en Austria que ayudó a superar conflictos religiosos.
El prestigioso galardón, concedido cada tres años, reparte un millón de dólares (0,75 millones de euros) a partes iguales entre los distinguidos, y su ceremonia de entrega se celebrará esta noche en Lisboa con la presencia del príncipe persa Karim Aga Khan y del presidente portugués, Aníbal Cavaco Silva.
Junto al cementerio de Altach (oeste de Austria), fueron reconocidos la rehabilitación de la ciudad palestina Birzeit, un hospital ecológico de Sudán, un puente que une Rabat y Salé (Marruecos) y la remodelación del bazar de Tabriz (Irán).
Aunque el notable premio ha dado fama internacional al certamen, su original filosofía lo ha ayudado a ganar prestigio, al nominar proyectos de todos los tamaños, pequeños y grandes, en los que se evalúa con gran atención el cumplimiento de sus objetivos sociales. EFE