Sacyr y el atractivo de Repsol
La situación que atraviesa Sacyr como consecuencia de la refinanciación de la deuda con la banca acreedora, cuyo plazo termina el 31 de enero, y el deseo por entrar en Repsol de algunos inversores ha provocado que se acerquen al grupo constructor diferentes entidades, entre ellas la rusa RD Group, para interesarse por las acciones que posee de la petrolera, un 8,89%. La sociedad que preside Manuel Manrique, sin embargo, no ha considerado apropiados ninguno de los acercamientos, entre otras cosas porque no se han concretado en ofertas firmes, y ha preferido continuar las negociaciones con la banca para refinanciar la deuda, que asciende a 2.200 millones de euros y para la que ya ha logrado la adscripción del 80% de los bancos.
Según expertos, para el grupo constructor objetivamente no tiene ningún interés vender. Los fondos que pudiera recibir de cualquier comprador taparían el agujero que tiene con la deuda; pero la empresa dejaría de recibir el dividendo que, después de la refinanciación, le permitirá ir reduciéndola paulatinamente (el año pasado cobró 118 millones de dividendo ordinario y 122 de extraordinario), en una situación en la que ha mejorado su cartera de pedidos. Además, su relación con el resto del núcleo duro de la petrolera (Caixabank y el fondo soberano Temasek de Singapur) es muy estable y con vocación de permanencia.
Con el acuerdo de refinanciación, Sacyr da carpetazo a cualquier intento de acercamiento. Uno de los últimos interesados ha sido RD Group, entidad que preside el magnate ruso de origen armenio Gagik Adibekyan. La aproximación comenzó el pasado octubre con intercambio de correos a través de intermediarios de RD Group. Manrique, que siempre requirió que se concretara una oferta, pidió informes pertinentes sobre Adibekyan. El magnate ruso nació en Armenia (entonces república soviética hoy independiente), tiene pasaporte ruso, vive en París y pasa largas temporadas en Marbella, donde ha hecho algunas inversiones inmobiliarias, algunas denunciadas por Izquierda Unida.
En los contactos previos, según fuentes del entorno del grupo ruso, los intermediarios también se dirigieron al principal accionista de Repsol, Caixabank, quien les remitió a la petrolera y al propio grupo constructor. Por parte de Repsol, fuentes de este grupo han manifestado que no tienen conocimiento del interés.
En las últimas fechas el citado grupo ha vuelto a la carga y elaboró una carta de intenciones, con fecha de 19 de enero, que ha sido enviada a miembros del consejo de Sacyr y del de Repsol, según las fuentes del citado grupo. En la constructora afirman, sin embargo, que la misiva no ha llegado a manos del presidente ni del consejo de Sacyr, quien insiste en exigir que toda negociación debe hacerse por los canales oficiales y poner una oferta encima la mesa. Además, añaden que no es la única entidad que se ha acercado a Sacyr sin concretar nada.
Adibekyan, según las fuentes de su entorno, estaría dispuesto a adquirir las acciones por un precio máximo de 21,50 euros por acción y un mínimo de 19,50 euros (en la carta de intenciones se dice que serían tres puntos por encima de la media anual). Es decir, a 19,50 por acción, lo que supondría alrededor de 2.350 millones, por encima de los casi 2.000 (16,27 euros por acción) que valían ayer los 122 millones de títulos de Repsol que posee Sacyr.
El precio estaría condicionado a la realización de una due diligence y a mantener el mismo número de representantes (dos) en el consejo de la petrolera, a cuya aceptación también condicionaría la oferta. Una vez aceptado ese esquema, plantea una revisión de las auditorías de 2013 y 2014, tras la que presentaría una oferta vinculante. La carta subraya también “el apoyo al equipo gestor y al consejo actual de Repsol, así como la máxima colaboración con los accionistas de referencia de la compañía”.EL PAIS