El estado de Georgia (EE.UU.) ejecutó este martes a Warren Hill, un preso con supuesta discapacidad intelectual que fue condenado a muerte por el asesinato de su compañero de celda en 1990.
Hill, afroamericano de 54 años, fue dado por muerto a las 19.55 hora local (00.55 GMT del miércoles) tras ser ejecutado con una inyección letal en el penal de Jackson, según notificó el Departamento de Correcciones de Georgia.
Minutos antes, el Tribunal Supremo de Estados Unidos denegó la petición de la defensa que solicitaba suspender la ejecución con el argumento de que la discapacidad intelectual de Hill lo inhabilitaba para la pena capital.
"La Corte (Suprema) ha permitido, sin ningún escrúpulo, una grotesca injusticia ocurrida en Georgia", afirmó el abogado de Hill, Brian Kammer, en un comunicado.
"A Georgia se le ha permitido ejecutar a un incuestionable discapacitado intelectual en contradicción con un precedente claro de la propia Corte Suprema, que prohibió esta crueldad", añadió Kammer.
El letrado se refirió así a una sentencia de la Corte Suprema de 2002 que estableció que ejecutar a personas con discapacidad intelectual violaba una prohibición constitucional recogida en la Octava Enmienda, la del castigo cruel o inusual.
Al mismo tiempo, la Corte Suprema dejó en manos de los estados el dictaminar si los presos son o no discapacitados.
En el caso de Hill, el estado de Georgia lo consideró apto para recibir una inyección letal pese a que su defensa argumentó que su coeficiente intelectual era parecido al de un niño.
Según Kammer, siete médicos acreditaron esta discapacidad intelectual.
Hill también tenía el apoyo de la Asociación Estadounidense de Discapacitados Intelectuales, la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color y del expresidente estadounidense Jimmy Carter.
En 1986, Hill asesinó de once disparos a su entonces novia, Myra Wright, de 18 años, y fue condenado a cadena perpetua por ese crimen.
Mientras cumplía condena, en 1990, Hill apuñaló a su compañero de celda y en un nuevo juicio fue sentenciado a muerte.
Hill es el segundo preso ejecutado en Georgia en lo que va de año y el 57 desde que se reinstauró la pena de muerte en 1976.
También es el quinto del año en el conjunto de Estados Unidos y el número 1.399 desde 1976.
Texas y Oklahoma tienen previsto llevar a cabo otras tres ejecuciones entre el miércoles y el jueves.
Hill, afroamericano de 54 años, fue dado por muerto a las 19.55 hora local (00.55 GMT del miércoles) tras ser ejecutado con una inyección letal en el penal de Jackson, según notificó el Departamento de Correcciones de Georgia.
Minutos antes, el Tribunal Supremo de Estados Unidos denegó la petición de la defensa que solicitaba suspender la ejecución con el argumento de que la discapacidad intelectual de Hill lo inhabilitaba para la pena capital.
"La Corte (Suprema) ha permitido, sin ningún escrúpulo, una grotesca injusticia ocurrida en Georgia", afirmó el abogado de Hill, Brian Kammer, en un comunicado.
"A Georgia se le ha permitido ejecutar a un incuestionable discapacitado intelectual en contradicción con un precedente claro de la propia Corte Suprema, que prohibió esta crueldad", añadió Kammer.
El letrado se refirió así a una sentencia de la Corte Suprema de 2002 que estableció que ejecutar a personas con discapacidad intelectual violaba una prohibición constitucional recogida en la Octava Enmienda, la del castigo cruel o inusual.
Al mismo tiempo, la Corte Suprema dejó en manos de los estados el dictaminar si los presos son o no discapacitados.
En el caso de Hill, el estado de Georgia lo consideró apto para recibir una inyección letal pese a que su defensa argumentó que su coeficiente intelectual era parecido al de un niño.
Según Kammer, siete médicos acreditaron esta discapacidad intelectual.
Hill también tenía el apoyo de la Asociación Estadounidense de Discapacitados Intelectuales, la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color y del expresidente estadounidense Jimmy Carter.
En 1986, Hill asesinó de once disparos a su entonces novia, Myra Wright, de 18 años, y fue condenado a cadena perpetua por ese crimen.
Mientras cumplía condena, en 1990, Hill apuñaló a su compañero de celda y en un nuevo juicio fue sentenciado a muerte.
Hill es el segundo preso ejecutado en Georgia en lo que va de año y el 57 desde que se reinstauró la pena de muerte en 1976.
También es el quinto del año en el conjunto de Estados Unidos y el número 1.399 desde 1976.
Texas y Oklahoma tienen previsto llevar a cabo otras tres ejecuciones entre el miércoles y el jueves.
EFE