El Parlamento griego aprobó hoy dar el mandato al Gobierno de Alexis Tsipras para negociar con los socios con amplia mayoría, pero la votación puso de manifiesto la resistencia a las nuevas medidas en las propias filas de Syriza.
A pesar de lograr luz verde para continuar en la mesa de negociación, el Ejecutivo vio seriamente dañada su mayoría parlamentaria por el desacuerdo de algunos diputados que votaron en contra, se abstuvieron o decidieron no acudir a la sesión.
Tras enviar a los representantes de las instituciones (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) el nuevo paquete de reformas que incluye aumento de impuestos, de las cotizaciones sociales y reducciones de las pensiones, el Gobierno decidió pedir a la Cámara su visto bueno.
Aunque la votación salió adelante con una amplia mayoría de 251 votos, gracias al apoyo de los partidos de la oposición proeuropea, votaron en contra dos miembros de Syriza, mientras ocho se abstuvieron y otros, como el exministro de Finanzas Yanis Varufakis, decidieron no acudir al pleno.
Aunque Varufakis dejó una carta dirigida a la presidenta de la Cámara en la que aseguraba que hubiese votado “sí”, su voto no fue contabilizado porque las reglas no permiten votar a distancia si los motivos de ausencia son personales, como reconoció el exministro.
El ministro de Energía y líder de la corriente más izquierdista de Syriza, Panayotis Lafazanis, la presidenta del Parlamento, Zoé Konstandopulu, y el ministro adjunto de Seguridad Social, Dimitris Stratulis, fueron tres de los miembros más destacados que se abstuvieron.
El día de ayer comenzó con una reunión de varias horas del grupo parlamentario de Syriza que ya dejó entrever las numerosas diferencias, ya que desde un principio ha habido una corriente contraria a violar las promesas electorales de acabar con las políticas de austeridad.
En ese encuentro, Tsipras pidió el apoyo “cerrado” de sus filas a las decisiones “importantes” que debe tomar el Gobierno.
Aún así Konstandopulu dejó claro durante el debate parlamentario que iba a abstenerse.
“La gente dio la confianza al Gobierno para que la libere de las cadenas del memorando (programa de rescate)”, dijo Konstandopulu y aseguró que los prestamistas “están chantajeando” al Ejecutivo, por lo que afirmó que no podía apoyar el contenido de la propuesta.
Ante el anuncio de que algunos de los diputados de Syriza no iban a secundar el mandato, Tsipras llamó de nuevo a la unidad.
Afirmó que el procedimiento era necesario para que el ministro de Finanzas, Euclides Tsakalotos, tuviese el máximo apoyo de cara a obtener el mejor resultado posible y calificó el voto de los miembros del Ejecutivo como “el mínimo de confianza que se puede mostrar hacia el Gobierno y el primer ministro”.
Pero sus palabras no sirvieron para frenar a los más descontentos que finalmente materializaron su rechazo a la propuesta.
Lafazanis justificó su decisión en querer evitar la aplicación de más medidas de austeridad.
“Apoyo al Gobierno pero no apoyo un programa de austeridad neoliberal, desregulación y privatizaciones, que, de ser aceptado por las ‘instituciones’, y en la práctica, va a alimentar el círculo vicioso de la recesión, la pobreza y la miseria”, dijo en un comunicado publicado tras la sesión.
Fuentes gubernamentales reconocieron que se ha creado una situación problemática a raíz de los votos de los diputados díscolos, por lo que es previsible que los desacuerdos den paso a una remodelación del Gobierno en los próximos días.
“Lo que importa ahora es el resultado positivo de la negociación. Todo lo demás, en el tiempo”, dijo Tsipras en un comunicado emitido tras la votación, y destacó que la Cámara dio al Gobierno “un mandato fuerte para completar la negociación y alcanzar un acuerdo económicamente viable y socialmente justo con sus socios”.
Ahora es el turno de que Tsakalotos exponga el plan en el Eurogrupo de hoy, que se inicia a partir de las 11.00 GMT y que en caso de lograr un acuerdo podría hacer que se desconvoque una de las dos reuniones de jefes de Estado y de Gobierno que están previstas mañana, probablemente la que iba a reunir a los líderes de los países del euro por separado, antes de la reunión a Veintiocho.
Fuente: EFE