El llamamiento a boicotear una novela protagonizada por dos actores que apoyaron el kirchnerismo muestra una nueva faceta de la "grieta" política y social en Argentina, que llega incluso a dividir al mundo de la cultura y del espectáculo.
Con la "unión de todos los argentinos" como meta durante la campaña, el propio presidente, Mauricio Macri, tuvo que salir a condenar el boicot.
"Suerte a Pablo Echarri y al equipo de #LaLeona en su estreno. No creo en boicots a ninguna expresión cultural. Unamos a la Argentina", dijo el lunes el mandatario a través de su cuenta en la red social Twitter.
Protagonizada por Pablo Echarri ("Las viudas de los jueves") y Nancy Dupláa ("Boogie el aceitoso"), una pareja de actores afines al kirchnerismo, "La leona" es una telenovela que estrenó anoche el canal Telefe, una historia de amor mezclada con una lucha gremial.
Tras el cambio de signo político en Argentina, el estreno ha afrontado un "boicot", un "castigo" convocado a través de las redes sociales por sectores antikirchneristas que vinculan a Echarri y Dupláa con los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández (2007-2015).
Andrea Pietra, una de las actrices que acompaña a Echarri y a Duplaá en la nueva novela, consideró que el boicot "es como volver en el tiempo a la época de las listas negras".
"Todos estamos trabajando, haciendo una ficción y estamos en democracia", dijo al diario argentino La Nación.
La iniciativa es "de cobardes y de imbéciles", según el actor argentino Enrique Pinti, una de las figuras más reconocidas de la esfera artística local.
"El Árbol es una productora seria que trabaja y es de Pablo Echarri, que es de línea kirchnerista y de Martín Seefeld, que es macrista y ellos son amigos", explicó el actor.
También uno de los guionistas de la telenovela pidió "no ser prejuicioso", al subrayar que "La leona" es "una ficción política, no partidaria".
"Los que tienen el prejuicio porque Pablo y Nancy son manifiestos militantes y han apoyado al gobierno que salió, si no la ven, se van a perder un cuento muy lindo", consideró el guionista Pablo Lago.
La convocatoria es apenas una muestra de la grieta que ha caracterizado a Argentina en los últimos años, dividida entre kirchneristas y anti-kirchneristas en todos los ámbitos: las familias, las oficinas, el periodismo, las centrales obreras, las universidades, el deporte, entre otros.
En el mundo cultural argentino, la división es más que una expresión de los consumidores de telenovelas o películas.
Esta fractura ha sido decisiva durante los últimos años de la gestión kirchnerista, en la propia producción cultural, con actores que, por un lado, han manifestado públicamente su apoyo a Fernández y a Kirchner, y con personalidades que, por el otro, los han cuestionado con dureza.
Precisamente, los más críticos han denunciado el "carácter discrecional" de la gestión de Fernández respecto del mundo de la cultura, que denunciaban que las delegaciones enviadas a ferias internacionales estaban integradas por intelectuales y artistas afines al kirchnerismo y los subsidios en la producción audiovisual eran recibidos principalmente por los más adeptos.
La publicación, hace poco más de un mes, de la lista de productoras, actores y directores que recibieron aportes del ex Ministerio de Planificación del kirchnerismo profundizó la fractura y provocó el rechazo de la Asociación Argentina de Actores, que calificó al texto como un "fallido escrache" (acto de repudio).
"Decimos fallido escrache porque lo que para el periodista pretendió ser una suerte de 'lista negra', para nosotros, lejos de ser un subsidio, es simplemente trabajo honesto y legítimo realizado por un salario como cualquier otro trabajador", argumentó la asociación
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