El número de fallecidos a consecuencia de la explosión de un oleoducto en un barrio chabolista de Nairobi ha aumentado a 102, tras el fallecimiento de varios heridos hospitalizados y la recuperación nuevos cuerpos en un riachuelo cercano al lugar del suceso.
El responsable de comunicación de la Cruz Roja de Kenia sobre el terreno, Jarvis Sundays, indicó además que hoy se han dado por concluidas las labores de rescate.
Por su parte, el periódico local Daily Nation publicó que, hasta ahora, 17 de los heridos hospitalizados han sucumbido a las heridas producidas por la explosión, mientras que 42 siguen ingresados y 41 ya han sido dados de alta.
Según esta fuente, sólo 15 de los cadáveres han sido identificados en el momento de comenzar, este viernes, los análisis de ADN a los cuerpos en estado irreconocible.
El Gobierno de Kenia ha propuesto un funeral común en el cementerio capitalino de Langata el próximo miércoles 21, para las víctimas a las que no consigan ser identificadas.
El accidente ocurrió el pasado lunes, alrededor de las 09.00 hora local (06.00 horas GMT), en la favela de Sinaí (sureste de Nairobi).
Según el diputado Johnson Muthama, presente en el lugar del suceso, la explosión se produjo cuando varias personas detectaron una fuga en el oleoducto y se apresuraron a recoger combustible.
El oleoducto accidentado, propiedad de la compañía estatal Kenya Pipeline Company (KPC), transportaba combustible desde la ciudad portuaria keniana de Mombasa hasta Eldoret (centro-oeste de Kenia), pasando por la capital, Nairobi.
De momento, KPC he rehusado asumir ninguna responsabilidad por la tragedia y está a la espera de que una investigación determine la causa de la explosión.
En 2009, otro accidente similar, en el que un camión cisterna lleno de gasolina volcó en Molo, a 140 kilómetros al noroeste de Nairobi, causó la muerte de 122 personas que acudieron a hacer acopio de combustible.
EFE