Ocupa Wall Street es un movimiento de resistencia sin líderes, con gente de muchos colores, géneros y opiniones políticas. Lo único que tenemos en común es que somos 99% que no seguirá tolerando la avaricia y la corrupción de 1%”. Con estas palabras de presentación, grupos promovilización ciudadana de Nueva York invitan a una jornada de lucha pacífica. El objetivo: levantar un campamento estable como sus predecesores de Tahrir, Syntagma o Sol.
La protesta se replicará en otras 20 ciudades, entre ellas 6 en el Estado español. En Santander el plan previsto es acampar dos días frente a la sede central del Banco Santander, mientras en Madrid, Barcelona y Valencia el protagonismo lo tendrán charlas y talleres sobre el sistema financiero y la actual crisis de la deuda soberana.
La semilla de Adbusters
El colectivo de activistas culturales Adbusters fue el que lanzó la llamada el 13 de julio . Su mensaje, de tipo publicitario, era “Estás preparado para un momento Tahrir?”. El mismo mensaje invitaba a 20.000 personas a “inundar” el sur de Manhattan para “montar tiendas, cocinas, barricadas pacíficas y ocupar Wall Street”. A partir de ahí la convocatoria ha seguido un recorrido ya trillado en este convulso 2011: las redes sociales, el sitio trasnacional takethesquare.org, e incluso asambleas presenciales reproducen explícitamente el funcionamiento que en el Estado español ha conducido a la jornada del 15 de mayo y a las acampadas.
Un par de meses más tarde, un bloguero llamado Nathan Schneider se ha ocupado en un reportaje de organizar la información existente sobre la convocatoria y dar una respuesta informada y prudente sobre lo que cabe esperar de ella. “20.000 personas es una predicción algo optimista”, escribe este reportero especializado en movimientos sociales y no-violencia. “Pero desde luego va a pasar algo, y un montón de gente va a acudir”, concluye.
Lo que pase a partir de ahí ya resulta del todo impredecible. Estos días, cualquier interesado ha podido informarse sobre las tácticas de no violencia con la que los grupos que están dinamizando la convocatoria quieren convertir en realidad la acampada. Si por “Wall Street” entendemos la sede de la Bolsa de Nueva York, en el número 11 de la calle, la policía apenas tendría que cortar tres accesos (Nassau St, New Street, y Broadway) en una zona que no cumple estrictamente con los criterios de fácil acceso peatonal marcados por los primeros ocupantes de Tahrir. De hecho, lo más parecido a una plaza con vistas a la fachada del primer centro financiero del mundo son las escalinatas del vecino Federal Hall.
“Si la policía nos impide entrar temporalmente en Wall Street, transformemos todo el sur de Manhattan en nuestra plaza Tahrir”, animan desde adbusters. “Si hace falta, acampemos en el cercano Battery Park y otros lugares hasta que estemos preparados para entrar de nuevo a Wall Street”.
La plaza de la Liberación o plaza Tahrir es la mayor plaza pública del centro urbano de El Cairo, Egipto. La plaza de la Liberación ha sido testigo de numerosas protestas y manifestaciones en el correr de los años, incluyendo las protestas de 1977, y de marzo del 2003, ésta última contra la Guerra de Irak. Fue una de las principales zonas de reunión durante las protesta en Egipto 2011. El 31 de enero corresponsales de Al Jazeera informaron que las manifestaciones habían aumentado por lo menos en 250.000 personas. Al día siguiente, el 1 de febrero, Al Jazeera informó que más de un millón de manifestantes se habían reunido en la plaza y las calles adyacentes.
Lo que Nathan Schneider refleja en su texto es que nada de todo esto tiene gran importancia sin el factor clave: ¿cuánta gente acudirá? “La mayoría de la gente con la que he hablado opina que no tiene mucho sentido darle vueltas a cómo será la acción antes de estar en la calle. Esto hará que sea mucho más dificil de controlar, y también, potencialmente, más dificil de derrotar”. Este sábado saldremos de dudas.
(Diagonal web)