China debe reequilibrar su economía y centrarse más en la demanda interna, especialmente con la desaceleración del crecimiento en los países desarrollados, advirtió este lunes el presidente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick.
"Me cuesta imaginar que China pueda seguir manteniendo un crecimiento dependiente de las exportaciones y de las inversiones en los diez próximos años", declaró Zoellick en una conferencia de prensa al término de una visita de cinco días en el gigante asiático.
"Y este desafío sería todavía mayor si las grandes economías no logran crecer. Entonces China debe reequilibrar su economía, apoyarse más en la demanda interna y aumentar el consumo", dijo.
En lo que respecta el corto plazo, la inflación sigue siendo el desafío más importante de la segunda economía mundial, dijo Zoellick quien recordó el potencial desestabilizador social que tiene, aunque las medidas tomadas para controlar el alza de los precios parece que están dando resultados.
"Es demasiado pronto para decir que se ha resuelto, pero creo que China está en la buena dirección", dijo.
Las autoridades chinas tratan de controlar la inflación, que en julio alcanzó el máximo nivel en tres años a 6,5%. El viernes se publicará el dato de agosto.
El gobierno chino también ha permitido la apreciación del yuan, la moneda china, en los últimos meses con el fin de limitar la inflación importada.
El Banco Mundial recalificó en julio a China como una economía media alta y la colocó en el grupo de países que necesita dejar atrás los modelos de crecimiento que servían cuando eran pobres.
Zoellick aseguró que es hora de que todos los países - y no solo China- revisen su modelo de crecimiento, en un momento en que los malos datos sobre la situación del empleo en Estados Unidos hacen temer que la primera economía mundial caiga de nuevo en recesión.
"Creo que este otoño será un momento delicado para la mayoría de las economías desarrolladas", dijo, tras repetir la advertencia que lanzó en un discurso el sábado de la economía mundial se dirige hacia una "zona de peligro".
Zoellick también advirtió que los bancos europeos estarán bajo presión si los gobiernos no logran tranquilizar a los inversores sobre la solvencia de su deuda.
"Si los valores de las deudas soberanas se refuerzan en Europa, los bancos serán más fuertes. Pero si los gobiernos no logran resolver los problemas de la deuda, sin duda esto presionará a los bancos", dijo Zoellick.
La semana pasada, la agencia de calificación crediticia Standard & Poor's aseguró que la desaceleración del segundo trimestre ha aumentado el riesgo de que Europa caiga de nuevo en recesión, aunque la región debería lograr un pírrico crecimiento este año.
"Me cuesta imaginar que China pueda seguir manteniendo un crecimiento dependiente de las exportaciones y de las inversiones en los diez próximos años", declaró Zoellick en una conferencia de prensa al término de una visita de cinco días en el gigante asiático.
"Y este desafío sería todavía mayor si las grandes economías no logran crecer. Entonces China debe reequilibrar su economía, apoyarse más en la demanda interna y aumentar el consumo", dijo.
En lo que respecta el corto plazo, la inflación sigue siendo el desafío más importante de la segunda economía mundial, dijo Zoellick quien recordó el potencial desestabilizador social que tiene, aunque las medidas tomadas para controlar el alza de los precios parece que están dando resultados.
"Es demasiado pronto para decir que se ha resuelto, pero creo que China está en la buena dirección", dijo.
Las autoridades chinas tratan de controlar la inflación, que en julio alcanzó el máximo nivel en tres años a 6,5%. El viernes se publicará el dato de agosto.
El gobierno chino también ha permitido la apreciación del yuan, la moneda china, en los últimos meses con el fin de limitar la inflación importada.
El Banco Mundial recalificó en julio a China como una economía media alta y la colocó en el grupo de países que necesita dejar atrás los modelos de crecimiento que servían cuando eran pobres.
Zoellick aseguró que es hora de que todos los países - y no solo China- revisen su modelo de crecimiento, en un momento en que los malos datos sobre la situación del empleo en Estados Unidos hacen temer que la primera economía mundial caiga de nuevo en recesión.
"Creo que este otoño será un momento delicado para la mayoría de las economías desarrolladas", dijo, tras repetir la advertencia que lanzó en un discurso el sábado de la economía mundial se dirige hacia una "zona de peligro".
Zoellick también advirtió que los bancos europeos estarán bajo presión si los gobiernos no logran tranquilizar a los inversores sobre la solvencia de su deuda.
"Si los valores de las deudas soberanas se refuerzan en Europa, los bancos serán más fuertes. Pero si los gobiernos no logran resolver los problemas de la deuda, sin duda esto presionará a los bancos", dijo Zoellick.
La semana pasada, la agencia de calificación crediticia Standard & Poor's aseguró que la desaceleración del segundo trimestre ha aumentado el riesgo de que Europa caiga de nuevo en recesión, aunque la región debería lograr un pírrico crecimiento este año.