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lunes, 28 de noviembre de 2011

Pinzón descarta que rehenes fueran asesinados por rescate

(AFP) - El ministro de Defensa de Colombia, Juan Carlos Pinzón, rechazó este lunes que una fallida operación de rescate hubiera llevado a la guerrilla Farc a asesinar a cuatro miembros de la fuerza pública, secuestrados desde hacía más de 12 años, en una zona del sur del país.

“Una acción de ese tipo solo se realiza cuando realmente se tiene localizada una estructura (criminal) y a unos secuestrados, y en este caso eso nunca ocurrió”, aseguró Pinzón en declaraciones a periodistas en Bogotá.

Según el funcionario, los militares que entraron en combate con guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), “realizaban una operación de búsqueda y localización de una estructura terrorista”, pero no tenían información acerca de la ubicación de secuestrados.

“Hacía más de 45 días que las tropas habían ingresado a esa zona (en el departamento de Caquetá, sur) porque había informaciones que decían que había una estructura que podría tener secuestrados en su poder”, explicó Pinzón.

Agregó que “cuando iban a salir del área, después de todo ese tiempo, encontraron unas huellas y cuando se realizaba el registro sostuvieron un combate con una estructura de las Farc. Muy posiblemente ahí fue cuando tomaron la decisión de asesinarlos y salir corriendo“, agregó.

Según las versiones oficiales, tras los combates ocurridos el sábado las tropas encontraron los cuerpos sin vida de tres integrantes de la Policía y uno del Ejército, que presentaban disparos de gracia, tres de ellos en la cabeza y el cuarto en la espalda.

Un quinto rehén, el sargento Luis Erazo, logró huir y ahora se encuentra convaleciente en Bogotá.

Los restos del coronel Édgar Yesid Duarte y los tenientes Elkin Hernández y Álvaro Moreno, los tres de la Policía, y del sargento del Ejército José Libio Martínez, el más antiguo rehén de la guerrilla, secuestrado el 21 de diciembre de 1997, llegaron la noche del domingo al aeropuerto militar de Bogotá, donde recibieron honores póstumos y también se ofició una misa en su memoria.

Las Farc, con 47 años de lucha armada, mantienen secuestrados todavía a por lo menos 13 policías y militares, que plantean canjear por unos 500 de sus guerrilleros presos en Colombia y Estados Unidos.