Los bebés que durante el primer año de vida pasan parte del tiempo boca abajo cuando están despiertos y vigilados, logran mejor desarrollo motor que aquellos que no lo hacen, según una investigación del profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, José Luis Pérez.
Los niños deben adoptar esa posición únicamente cuando están despiertos y vigilados, pues deben dormir boca arriba para evitar una posible muerte súbita, ha indicado Pérez, quien ofreció una charla "Jugando boca abajo mejoras el desarrollo de tu bebé" en Las Palmas de Gran Canaria.
Jugar con los bebés y estimularlos boca abajo contribuye a que los niños refuercen su musculatura y sostengan la cabeza, algo que suelen hacer hacia los tres meses.
En general, los padres no ponen a sus bebés boca abajo el tiempo suficiente, lo que ha provocado un aumento en la incidencia de deformaciones craneales (plagiocefalia posicional) y retrasos psicomotores.
Pérez ha llevado a cabo una investigación con 132 niños nacidos en el Hospital Universitario Materno Infantil de Canarias (HUMIC) que permitió observar anomalías en los niños que se trataban en fisioterapia pediátrica, como retrasos motores leves, plagiocefalias posicionales (deformidades craneales del bebé) y tortícolis.
La mayoría de los padres evitaba poner a los niños boca abajo para evitar el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante.
Este síndrome es la causa de muerte más frecuente entre las dos semanas y un año de vida del lactante, aunque la mayor incidencia se da entre el segundo y el cuarto mes de vida, pero siempre cuando el bebé está dormido.
"Por tanto, nosotros defendemos que el bebé debe dormir boca arriba, pero cuando está despierto y vigilado, debe estar en otras posiciones y progresivamente boca abajo", ha indicado Pérez.
La investigación permitió evaluar las plagiocefalias posicionales y sus resultados demostraron que existe una relación inversa entre la incidencia de plagiocefalias posicionales y el hábito de poner a los bebés boca abajo desde los primeros meses de vida.
Como consecuencia de la investigación, desde febrero de este año, Pérez da una charla tres veces a la semana a los padres de los bebés recién nacidos en el HUMIC para que desde el nacimiento los pongan boca abajo cuando estén despiertos y vigilados.
EFE