De la ficción a la realidad. Los cirujanos de la red terrorista internacional Al-Qaeda han creado implantes capaces de explotar dentro del cuerpo humano, reveló el diario New York Times que cita fuentes de Inteligencia.
Según se informó, los materiales explosivos pueden implantarse en las nalgas, senos o en el vientre, lo que permitiría a los terroristas suicidas eludir los métodos actuales de registro, por ejemplo en los aeropuertos, e infiltrar una bomba de forma oculta a bordo de un avión y perpetrar allí un atentado durante el vuelo.
El terrorista necesitaría inyectarse una sustancia activadora para detonar los explosivos ocultos dentro del cuerpo, publicó la página RT.
No obstante, ello no debería suponer ningún problema, ya que personas con ciertos problemas médicos, como diabetes, pueden llevar consigo a bordo jeringas, según la información obtenida por los servicios de inteligencia de un agente integrado en el ala yemení de Al-Qaeda.
La idea de implantar un artefacto explosivo en un ser humano fue escrita por el estadounidense Philip Kindred Dick en su obra Impostor (Infiltrado). Sobre esta historia se basa el guión de la película del mismo nombre.
PRI