El alcalde de Roma, Gianni Alemanno, recogió anoche la basura que los turistas habían dejado en la famosa escalinata de Trinità dei Monti para mostrar la necesidad de la ordenanza que prohíbe consumir comidas o bebidas en los principales monumentos de la ciudad.
En el blog (http://duepuntozero.alemanno.it/) que ha inaugurado recientemente, el alcalde ha colgado un vídeo donde se le ve con una bolsa en la mano recogiendo entre los turistas sentados los papeles, botellas y otros restos abandonados en los escalones de uno de los símbolos de la ciudad.
Alemanno explica que con esta acción pretende defender la ordenanza municipal, que en Italia han llamado "antibocadillo" y que ha sido fuertemente criticada.
"No se trata de una ordenanza antibocadillo sino a favor del decoro urbano", dice el alcalde explicando que no es posible que uno de los monumentos emblemáticos se encuentre en estas condiciones porque la gente se sienta a comer allí y abandona después la basura.
Alemanno comenta en el vídeo como en el caso de Trinita dei Monti existe un equipo de limpieza que pasa cada cierto tiempo a recoger la basura, pero que en otros monumentos no es así y los restos de envoltorios, comida y bebida se acumulan.
"Lo que quiero que se entienda es que la policía municipal no va a molestar a quien está sentado comiéndose un bocadillo o bebiendo, pero vigilará para que no se dejen papeles o restos en las áreas monumentales", explica Alemanno.
En la ordenanza, que estará en vigor hasta el 31 de diciembre, quienes abandonen los restos de comida pueden ser multados con entre 25 y 500 euros.
No es la primera vez que el alcalde de Roma sale a la calle para dar ejemplo en primera persona, algo que ha sido a veces criticado por sus opositores al considerar que "lo hace solo para salir en la foto".
El pasado febrero, cuando una intensa nevada, bloqueó la ciudad, Alemanno se hizo fotografiar quitando nieve de las calles y distribuyendo palas entre los ciudadanos.
Últimamente, también salió encima de una grúa para comprobar personalmente los daños de la Fontana de Trevi, después de anunciar que se procedería a su restauración.
EFE