Durante el embarazo, las mujeres sufren cambios fisiológicos que las llevan a ingerir una mayor cantidad de líquido, debido a que son más vulnerables a la deshidratación y a la falta de nutrientes.
Para el doctor Giovanni Casafranca Mendoza, especialista de Oncogyn, una correcta hidratación ayuda a mantener el líquido amniótico, donde se forma el bebé, previene infecciones urinarias, el estreñimiento y la formación de cálculos renales.
"El consumo de agua es importante para una mujer gestante, pues tiene una pérdida considerable de agua corporal, a través de la transpiración, así como a través de la orina. Si a ello se le aumenta el grado del metabolismo basal, comparado con el de una mujer no gestante, obviamente, estamos hablando de un considerable aumento en la perdida de líquido”, precisó.
Del mismo modo, el galeno señaló que no se trata de ponerle un valor a la cantidad de agua que una gestante debe tomar, sino más bien que durante el día, la gestante debe ingerir agua en una medida aceptable. Agregó que “muy aparte de que se tome un jugo, una infusión, una gaseosa u otro líquido, la mujer en estado de gestación debe de tomar agua pura durante el día”.
Finalmente, el especialista recomendó que se deba iniciar los controles médicos desde que se le detecta que está embarazada y durante toda la gestación.
Subrayó la importancia de no solo ser chequeada por el ginecólogo, sino también por el nutricionista, quien va a indicar el tipo de alimentación debe de seguir la gestante. EFE