La aerolínea irlandesa de bajo coste Ryanair perdió 35 millones de euros durante el tercer trimestre del año fiscal (octubre-diciembre), a pesar de que el tráfico de pasajeros creció un 6%, hasta los 18 millones de pasajeros, según ha informado este lunes la compañía. La aerolínea líder en Europa del sector de vuelos económicos asegura que los resultados están en línea con las previsiones efectuadas para el presente ejercicio, por lo que aún espera cerrar el año con un beneficio anual de entre 500 y 520 millones de euros.
En un comunicado, el director ejecutivo de Ryanair, Michael O'Leary, explicó que las pérdidas se deben "exclusivamente" a una caída del 9% del precio medio de la tarifa aérea y a la devaluación de la libra esterlina británica.
Esta estrategia propició una subida del 6% en su tráfico de pasajeros respecto al tercer trimestre de 2012 y del 13% en los ingresos auxiliares, que incluyen las ventas a bordo, recargos por equipaje o tarifas de embarque con prioridad.En consecuencia, la compañía hizo frente a esta situación durante los pasados meses de octubre y diciembre con "una promoción de billetes más baratos" para "estimular el tráfico en todos los mercados", señaló el directivo.
También aumentó un 1% el factor de carga durante el citado periodo, que mide el porcentaje de asientos ocupados en cada avión, y, sin tener en cuenta el gasto del combustible, los "costes por unidad" cayeron un 9%, lo que generó una facturación de 964 millones de euros, cinco millones menos que en 2012.
Más ingresos auxiliares
"Los ingresos auxiliares crecieron significativamente más rápido que el tráfico de pasajeros debido a la fuerte demanda de asientos con reserva por parte del cliente, de la prioridad de embarque y a la subida de las tasas de las tarjetas de crédito", agregó O'Leary. Según el directivo, la aerolínea ha reaccionando con reflejos a los cambios que atraviesa el sector, como demuestra el giro que está experimentado Ryanair en áreas como el de el servicio al cliente, uno de sus puntos débiles durante años.
Desde el pasado verano, la compañía irlandesa ha eliminado muchas de las prácticas que irritaban a los consumidores y pretende ahora ampliar su clientela con ofertas para los viajeros de negocios y los grupos organizados. Durante los últimos meses, Ryanair ha introducido varias mejoras, como la posibilidad de llevar un segundo bulto de mano gratis, acceso a una nueva página web de uso más fácil o los llamados "vuelos silenciosos".
Desde este mes, los usuarios pueden también elegir su plaza en el momento que reservan su billete o cuando efectúen la facturaciónonline, proceso que está abierto desde siete días antes del vuelo y hasta dos horas antes de su salida.
EL PAIS