El hoy recordado mandatario venezolano, vivió una infancia humilde pero “feliz”. Desde joven fue aficionado al béisbol “magallanero de corazón”, fue monaguillo y comentó que en sus tiempos libres la pintura, la música, la escritura creativa y el teatro eran parte de las pasiones, de este hombre que disfrutó de una vida llena desafíos y ambiciosos sueños.