El Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid ha responsabilizado a los administradores de Afinsa del concurso de la firma de inversión en sellos y de ser los culpables del agujero de 1.825 millones de euros que, según estima la sentencia, dejó la estafa. Además de condenarles a devolver este dinero, el juez inhabilitado a los tres condenados, Juan Antonio Cano Cuevas, Carlos de Figueiredo Escribá y Vicente Martín Peña, durante 15 años.
Además de esta causa que se ha llevado a través de los juzgados de lo mercantil por el concurso de acreedores, el caso también está en la Audiencia Nacional, que juzga si los responsables de la sociedad cometieron un "fraude piramidal". En esta causa, el juez Santiago Pedraz consideró en su auto de procesamiento que los 14 directivos cometieron una estafa piramidal que utilizaba la filatelia como una mera tapadera y que consiguió embaucar a casi 200.000 clientes desde 1998 hasta que fue intervenida en 2006.
La extensión de la condena al pago del déficit concursal se centra en los administradores sociales en los dos años anteriores al concurso y se basa tanto en la incorrecta contabilización de las cantidades entregadas por los clientes en virtud de los contratos filatélicos (al omitirse en las cuentas el compromiso futuro de restituir dichas cantidades) como en la sobrevaloración de los sellos.Según la nueva sentencia del juzgado madrileño de lo mercantil, Cano, De Figueiredo y Martín Peña tendrán que pagar cada uno de ellos a los acreedores el 33% de las deudas que queden una vez se liquide la empresa. El juez estima que el agujero, teniendo en cuenta el patrimonio de la concursada Afinsa, se queda en 1.823 millones de euros. Además, el juez quita a los condenados cualquier derecho que tuvieran como acreedores concursales o contra la masa y les obliga a devolver los bienes y derechos que hayan obtenido indebidamente del patrimonio.
El juzgado absuelve al fundador de Afinsa, Albertino de Figueiredo, al no quedar acreditado que ejerciera como administrador en los dos años anteriores a la declaración concursal, y absuelve a los colaboradores y cooperadores demandados por el Ministerio Fiscal al no resultar tampoco acreditada su participación en los hechos.
La estafa piramidal de los sellos
El negocio de Afinsa se basaba en la presunta revalorización de los sellos que los clientes adquirían cuando suscribían un contrato de inversión por el que recibían intereses elevados (entre el 12% y el 6%), muy por encima del que ofrecían las entidades financieras.
¿Cómo funcionaba el negocio? El ahorrador invertía un dinero, con el que adquiría sellos, y pasado un tiempo los vendía a la misma compañía, que se comprometía a entregarle una rentabilidad mínima anual de entorno al 6%. Si una vez cumplido el plazo los activos se habían revalorizado más del 6% anual, el inversor recibía una rentabilidad superior, que rondaba el 10% de media.
La Audiencia Nacional cuantificó en 190.022 el número de clientes afectados por el fraude y concluyó en el auto de procesamiento de 14 directivos que se trataba de una estafa piramidal que utilizaba la filatelia como una mera tapadera. Prácticamente todos los fondos captados en Afinsa se destinaban a atender el pago de los intereses y de los compromisos de recompra de sellos, asumidos en los contratos a medida que vencían. Hasta que el negocio piramidal se derrumbó y no se pudieron atender los pagos.
Afinsa y Forum Filatélico fueron intervenidas, tras la orden de la Audiencia Nacional, en mayo de 2006, ante las sospechas de la supuesta estafa piramidal, blanqueo de dinero, insolvencia punible, administración desleal, delitos contra la Hacienda pública y falsedad documental.
EL PAIS