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martes, 30 de diciembre de 2014

“Venezuela reclama un cambio en los discursos y en las propuestas de todos sus políticos”

(Nota de prensa).- El presidente fundador del partido Un Nuevo Tiempo, Manuel Rosales envió un comunicado de salutación de fin de año, en el cual indicó que “la grave situación que vive el país” obliga al gobierno a “cambiar las excusas por medidas serias para enfrentar la crisis”; y a la oposición a “fijar estrategias y precisar obstáculos”.
De igual manera, llamó a la oposición a establecer estrategias claras que la lleven a convertirse en la alternativa de poder capaz de construir, a través del fortalecimiento democrático un país que le brinde al pueblo venezolano verdaderas oportunidades de progreso y desarrollo.
Lea el comunicado completo:
“A las puertas de un nuevo año, el pueblo venezolano espera que el gobierno cambie las excusas por medidas serias para enfrentar la crisis, después de 16 años de errores y la aplicación de un modelo personalista, obsoleto y fracasado.
Este año finaliza con un creciente malestar de la sociedad venezolana que ya no quiere la violencia verbal que lanzan desde la latitud de la discordia eterna, de ese lugar trágico del gobierno, donde se divide y excluye al otro.
El rechazo es general y toca a todos los sectores políticos. Al gobierno que destruye y a la oposición sin rumbo claro. Es un rechazo a las peleas, los personalismos, los egos inflados, la violencia en todas sus formas, la división y las profecías catastróficas. Es el ocaso del estilo querellante que abre las puertas al porvenir con interrogantes cuyas respuestas busca el pueblo en la conducta, los discursos y las propuestas de los dirigentes en general. Es el anuncio de un pueblo que va a cobrar en la primera oportunidad que se le presente.
La grave crisis política, económica y social es el telón de fondo que genera una visión de futuro anclada en la crisis del presente. La verdad no se puede maquillar. El país está dirigido por un grupo político que no acepta ninguna forma de entendimiento ni respeta el equilibrio que debe imperar en una democracia. Por otra parte, en la oposición hay desajustes y las ambiciones personales se imponen a la hora de la estrategia y la lucha.
La falta de alimentos y medicinas, la inflación galopante, el desempleo, y la inseguridad que marca un récord que abruman a la gente. Asimismo el derrumbe de los precios petroleros, la caída del Producto Interno Bruto a -4% y un déficit fiscal del 20% prenden las alarmas del pueblo que reclama decisiones y cambios en el país. Sabio, como siempre ha sido, entiende que nos estamos jugando el sistema democrático y el futuro de las nuevas generaciones.
Ante esta lamentable situación, en la oposición debemos fijar estrategias y precisar obstáculos para ser reconocidos por la inmensa mayoría de los venezolanos, sobre todo por las clases populares, como una real alternativa de poder sin extremismos ni radicalismos, sino con realismo. Una alternativa que evite la exclusión para no ser espejos del radicalismo de ultra izquierda que nos gobierna y todo lo divide y maltrata. Tampoco con los privilegios de la ultraderecha que mantiene encendida la llama de la macroeconomía y el neoliberalismo, jugando a sus intereses económicos.
Venezuela reclama una alternativa democrática que tenga presente los malos pasajes de la historia que dice: Al poder también se puede llegar comprando los caminos al poder para favorecer a un grupo de privilegiados o tomándolo con fusiles para montar gorilas que terminan aplastando a toda la sociedad.
Nosotros tenemos la obligación de terminar de llegar a la conciencia del pueblo para llegar en hombros de ese pueblo a la victoria. Una alternativa que inserte a Venezuela en el nuevo orden hacia el desarrollo, la ciencia, la educación, la cultura, la ecología, la libertad plena y la real justicia social, que genere las oportunidades para que el pueblo viva en la prosperidad y el progreso.
Venezuela reclama una propuesta democrática que interprete que la travesía del desierto no termina con la sustitución de un mesías por otro, ni un grupo por otro. Que lo que nos espera en el Canaán no son precisamente ríos de leche y miel, sino la construcción de una sociedad moderna, que en cualquier escenario que surja de esta lamentable situación que vivimos los venezolanos, entienda que una parte no podrá aplastar a la otra ni podrá desaparecerla, por razones de diferencias políticas, sino que debe prevalecer el respecto al adversario y a las ideas.
Feliz año nuevo al noble pueblo venezolano que defiende la idea de lograr la prosperidad y la felicidad con talento individual y en un marco institucional justo, equilibrado y favorable”.