El periodista José Vicente Rangel expuso a tráves de su artículo de opinión “Una elección y dos campañas” que en la historia del país, el venezolano“interioriza” o cree en el poder electoral.
Rangel manifestó que actualmente existen dos situaciones entre los ciudadanos en el marco de la próximas elecciones que se realizarán en el último trimestre del año. Dijo que “una (de las posiciones) es la de los sectores que muestran desconfianza creciente hacia el árbitro(…) siempre cantaron fraude”.
Continuó que los grupos que están en contra buscan ocultar la verdadera causa que les “mueve” a colaborar para acabar con el chavismo en el país. Mientras los que apoyan la “revolución”,participan de manera transparente y para fortalecer la democracia.
Asimismo, denunció la presencia de militares estadounidenses en Latinoamérica y el Caribe, cuya presencia tiene la justificación de erradicar el narcotráfico y las actividades terroristas. Sin embargo, Rangel afirma que estas fuerzas especiales militares fueron escogidas porque “podrían desestabilizar gobiernos locales“.
1 La mayoría de los venezolanos interioriza la institución del sufragio. Lo confirman las experiencias vividas a partir de la llegada de Hugo Chávez a la Presidencia de la República en 1999, luego de un proceso electoral complejo que, no obstante, permitió la transición de la etapa puntofijista -moribunda para entonces- a la que se inició con el triunfo del líder bolivariano. En esa ocasión el voto fue determinante para que el cambio en la conducción del país ocurriera en paz. La intuición de una fuerza emergente como el chavismo, y la reivindicación por el pueblo de la opción electoral, permitió destrabar la situación, acabar con la tentación golpista en acecho y reiniciar, cívicamente, un proceso democrático deslegitimado por las perversiones que acumuló en su seno la IV República.2 Cuando se escriba la historia de los gobiernos bolivarianos, sometidos a una brutal conjura de la derecha interna e internacional, por el golpe continuado que no ha dejado de manifestarse ni un solo día, por la conspiración transnacional alimentada por Washington desde el instante en que el chavismo llegó a Miraflores, habrá que destacar que lo que impidió el colapso de la constitucionalidad revolucionaria fue, en primer lugar, el pueblo que despertó a la realidad y progresivamente se empoderó, y el voto como instrumento de participación que le dio sustento inequívoco al proyecto de nuevo país.3 Hago estas consideraciones para ubicar en contexto lo que los venezolanos encaramos hasta la fecha que fije el CNE para los comicios parlamentarios. De nuevo Venezuela deposita en el sufragio su destino. Las próximas elecciones se plantean en una complicada coyuntura. En la que participan factores que apuestan más que a un triunfo electoral a un desenlace extraconstitucional. En eso hay que estar claros. En el ambiente se observa -o se palpa- que existe una mayoría que coincide en que la salida es electoral, y otra que no la comparte porque está atada a una percepción diferente, no democrática, de la actividad política y del acceso al poder.4 Por eso el título de esta columna. Estamos ante un proceso electoral en marcha que, como lo dijo la presidenta del CNE, culmina el último trimestre de este año, tan pronto los participantes escojan sus candidatos y el organismo rector culmine los preparativos del evento. Pero en torno a la próxima elección hay dos posiciones que se aclararán a medida que el tiempo avance. Una es de las fuerzas políticas que asumen plenamente la opción, que la defienden sin reservas. Otra la de los sectores que muestran desconfianza creciente hacia el árbitro; que en general atacan a las instituciones, que no se deslastran de un pasado violento, y, además, que en las 19 elecciones efectuadas durante los gobiernos de la revolución, siempre cantaron fraude. La visión de uno y otro sector acerca del sufragio, de sus objetivos, es diametralmente opuesta. Unos participan de manera transparente; otros con la daga oculta en la manga. Unos lo hacen para afianzar la democracia; otros para aprovechar la oportunidad de enmascarar el verdadero objetivo que los mueve a participar, que no es otro que la creación de condiciones para impulsar la subversión y salir, de una vez por todas, del chavismoy de Maduro. Verdad verdadera.Se está dando un movimiento, bajo perfil, de efectivos militares norteamericanos hacia Latinoamérica y el Caribe. Para justificar esta movilización se afirma que presuntamente es para luchar contra el narcotráfico y actividades antiterroristas. Sin embargo, las fuerzas enviadas a cada destino escogido hasta ahora están entrenadas por unidades especiales estadounidenses para la formación de fuerzas paramilitares que podrían desestabilizar gobiernos locales…Resumen del movimiento de tropas y unidades militares de EEUU hacia Latinoamérica en el primer semestre de 2015:9 de marzo de 2015 Presencia de personal militar de EEUU que cumplirá actividades en el Perú en ejercicios de fuerzas especiales;14 de marzo de 2015 Ejecución de ejercicios de respuesta borinqueña en Puerto Rico de la Guardia Nacional proveniente de Nebraska, Vermont, West Virginia, Washington e Islas Vírgenes;25 de marzo de 2015 Ejecución del ejercicio Caribe/Lantex en Panamá;2 de abril de 2015 Creación de la Fuerza de Tareas de Propósito Especial Aire-Tierra de Marines-Sur, con sede en la Base Aérea Soto Cano en Honduras;26 de mayo de 2015 Ejecución de ejercicio conjunto Jcet con tropas del XX Grupo de Fuerzas Especiales de la Guardia Nacional de EEUU y tropas de Paraguay. ¿Qué significa este despliegue militar norteamericano?…Vamos a ver si el esfuerzo que realiza el Gobierno nacional para proveer de productos el mercado resuelve la situación. Hay voluntad, pero falta algo…En un discurso en Plaza de Mayo, Buenos Aires, Cristina Kirchner exclamó: “Nadie vota para atrás, sino para adelante”. En efecto: nadie lo hace por un pasado que encarna lo peor de la política…Uribe Vélez en la parrilla. A los procesos que se le siguen en Colombia por vínculos narcoparas, ahora se suma su evidente vinculación con Julio Vélez, pieza clave en el asesinato de Robert Serra. ¿Qué tienen que decir sus panas en Venezuela? Ejemplo, cierto excandidato presidencial.