El coordinador de Ayuda Humanitaria de la ONU, Stephen O´Brien, informó este jueves al Consejo de Seguridad que la violencia aumenta en Siria y que los ataques indiscriminados de las partes siguen causando muertos, destruyendo infraestructura e impidiendo el acceso a servicios básicos.
"Es difícil encontrar palabras que describan debidamente la profundidad del sufrimiento diario de los sirios. Acabo de regresar y he visto destellos de esa cruda realidad. Dejé el país profundamente entristecido e indignado", manifestó O´Brien durante su presentación.
Subrayó que desde que comenzó el conflicto, hace más de cuatro años, más de un cuarto de millón de personas han muerto y más de un millón han resultado heridas. Además, 7,6 millones son desplazados internos y más de cuatro millones han buscado refugio en países vecinos.
O´Brien insistió en que los ataques a civiles "son ilegales, inaceptables y deben cesar" y pidió a las partes que protejan a los civiles.
Explicó que grupos armados no estatales y terroristas cortan de manera deliberada el acceso a servicios esenciales, incluido el suministro de agua y de electricidad.
A pesar de las dificultades y los riesgos, las agencias de la ONU y otras no gubernamentales siguen llevando asistencia a la población. Durante la primera mitad de este año se ha dado ayuda alimentaria a casi seis millones de personas de media cada mes.
El titular de la OCHA viajará a Turquía y Jordania en septiembre para supervisar los esfuerzos que se están haciendo para atender a los refugiados y a las comunidades que los acogen. Además, urgió a los miembros del Consejo de Seguridad a hacer todo lo posible para poner fin a esta crisis.