Los dos principales índices bursátiles chinos, el de Shanghái y el de Shenzhen, han caído este jueves un 3,42% y un 3,2% respectivamente y encadenan ya tres jornadas consecutivas a la baja. La caída se ha producido en el tramo final de la sesión. Desde la devaluación del yuan en tres etapas, decidida la semana pasada por las autoridades chinas, los parqués del gigante asiático se dejan ya un 7%. Detrás de este nuevo descenso está el temor creciente de los inversores a que la situación real de la economía china sea peor de lo que revelan las cifras oficiales.
Las dudas sobre la segunda economía mundial se han trasladado también este jueves al resto de mercados asiáticos y mundiales. Hong Kong cayó un 1,77% y perforó su nivel más bajo desde diciembre del año pasado, Singapur se dejó un 1% y el principal índice japonés, el Nikkei, retrocedió un 0,94% en la jornada. En Europa también se impone el rojo. Poco después de las 13.00, el Dax alemán caía un 1,16%, el Cac francés se dejaba un 1,21% y el Ibex español caía un 1,11%.
Kazajistán liberaliza su moneda"Ahora parece menos probable que la Reserva Federal suba tipos en septiembre, por lo que todo el mundo está preocupado es por la caída de la economía china", explica a Bloomberg Evan Lucas, estratega de IG Ltd. en Melbourne (Australia) al cargo de los mercados asiáticos. "Y eso mete también presión a los mercados de materias primas, en especial a los de metales, y al resto de mercados emergentes", apunta. Tanto el petróleo como el cobre están en mínimos de más de seis años. "Los inversores tienen miedo", incide Rahul Chadha, corresponsable de inversión de Mirae Asset Global. "Es puro temor".
La última señal de que los países emergentes han cejado en su empeño por defender la cotización de sus monedas después de que China devaluase la suya más de un 4,5% en tres días ha llegado este jueves. El Gobierno de Kazajistán ha anunciado la liberalización de su moneda, el tenge, que se ha dejado un 23% frente al dólar estadounidense en las horas inmediatamente posteriores a que se hiciese pública la medida y ya cotiza en mínimos históricos.
El primer ministro kazajo ha explicado que la liberalización y posterior caída en la cotización del tenge creará "las condiciones necesarias" para la recuperación de su economía, del empleo, de la inversión y de los precios. Y el banco central ha prometido que solo intervendrá si algún factor pone en riesgo la estabilidad monetaria del país.
Kazajistán, el mayor exportador de petróleo de Asia Central y uno de los 20 más importantes del mundo, sigue así un camino similar al que ya han recorrido buena parte de las economías emergentes. Ante la fuerte de caída de precios de las materias primas y después de la devaluación del yuan, las divisas de una veintena de países en vías de desarrollo —desde Brasil hasta Rusia pasando por Turquía— han sufrido su mayor varapalo en casi dos décadas. "Tratan de ganar competitividad en un momento de fortaleza del dólar", explica a Bloomberg Gary Dugan, del National Bank of Abu Dhabi. El precio del crudo cayó el miércoles a mínimos de seis años y medio
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