La oficina regional para América del Sur del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos lamentó el fatal incendio ocurrido el 1 de septiembre en un pabellón de la cárcel "Tocuyito", del estado de Carobobo en Venezuela, que dejó 18 muertos y 11 heridos.
Algunos de los fallecidos eran reclusos del establecimiento y familiares de los mismos que estaban visitandolos en el momento del incidente.
En un comunicado emitido este miércoles, el representante de esa oficina, Amerigo Incalcaterra, expresó consternación por lo ocurrido y señaló que sucede en el contexto de una prisión superpoblada y en condiciones de hacinamiento.
A su vez, llamó a las autoridades a investigar los hechos de forma rápida e imparcial, así como a mejorar las condiciones de seguridad de esos recintos.
El representante recordó que en repetidas ocasiones mecanismos de derechos humanos de Naciones Unidas han señalado los problemas de seguridad en las penitenciarías venezolanas.
Venezuela es signatario del protocolo Facultativo de la Convención de Naciones Unidas contra la Tortura, aunque aún se encuentra analizando la ratificación de ese tratado internacional, apuntó Incalcaterra.
El instrumento sugiere la creación de un mecanismo nacional de prevención de violaciones de esas garantías, a través de visitas a centros de detención y la formulación de recomendaciones para mejorar las condiciones de los sistemas carcelarios.